galiciaunica Un recorrido semanal por Galicia, España.

SER O NO SER

La Tierra Única es también mágica por naturaleza.

En el entorno natural es en donde suceden sueños y milagros, porque es donde habitan las meigas y los druidas, los magos y  las hadas, los pequeños duendes y los gnomos del bosque… Pero, ojo,  también las brujas.

Hay montañas mágicas que los celtas convirtieron en sagradas.

Montes con restos del templo en donde los romanos hallaron el Ara Solis.

Caminos de peregrinaciones que siguen rutas legendarias.

Soutos con fruto de castaños para preparar brebajes.

Dos mares que trajeron cristos crucificados, alguna virgen y el cuerpo del Apóstol.

Y mil ríos, espejo natural de las criaturas nacidas en las fragas.

Por eso aquí resplandece el paisaje. De él surge lo mágico con un brillo especial.

BOSQUE

De las entrañas húmedas de la Tierra surgen misterios de niebla y orvallo caído del cielo, mientras al pié del fuego de la lareira se cuentan hazañas protagonizadas por fantásticos personajes de leyenda.

La  fe mueve montañas y nos hace entender el milagro.

Nos debatimos entre la fiesta de la vida y el culto a la muerte, dialogando con santos y con almas en pena que vienen del Más Allá.

Buscamos tesoros nunca encontrados  bajo el mar o en la piedra encantada del valle del oro.

Y sí, las meigas existen y siguen siendo las heroínas de nuestra ficción…

Pero meiga no es sinónimo de bruja…

BRUJA

La bruja es fea y mucho más vieja que las venerables ancianas guapas de nuestras aldeas. Tiene verrugas en la cara y usa sombrero de cucurucho.

Las peores brujas son las que viajan en escoba acompañadas de un gato negro y preparan pócimas frente a una enorme caldera que posan directamente sobre el fuego.

Las brujas son malas. Tan malas que nos enmeigallan…

MEIGA

Los meigallos los curan las meigas que son buenas y también lo están. Como las  hadas.

Las meigas podrían ser modelos de Adolfo Domínguez o de Verino. Porque son increíblemente hermosas…

Pero cuidado con las que tienen ojos de gata porque son capaces de someternos a su caprichoso dominio.

Y ese meigallo ya no tiene cura.

FE

Hay también una cuestión de fe. De esa fe que, si no mueve montañas, hace comprensibles algunos milagros y provoca el fenómeno espiritual.

Aunque a veces confundamos la fe con la fiesta.

Sucede en la romería  a la que vamos “ofrecidos” por padecer enfermedad o en la que buscamos, simplemente,  la troula y la pulpeira de Carballiño.

Y ya te conté alguna vez que en la Galicia Única quedan aún romerías tan ancestrales que sus orígenes se pierden en la memoria de los tiempos. Este fin de semana te recomiendo que vivas en Muxía el culto y la fiesta en honor da Nosa Señora da Barca.