galiciaunica Un recorrido semanal por Galicia, España.

¿SON SENSATOS ESTOS POLÍTICOS?

¿Qué está pasando en este país para que a los dirigentes de los partidos constitucionalistas no les quede ni una milésima de sensatez en el cerebro?

Si el PP cree que podrá cargar al PSOE todos los males de España está aviado.

Nadie, ni siquiera sus actuales dirigentes más lúcidos y tampoco aquellos otros que se limitan a verlas venir, es ajeno a ese inmovilismo de Pablo Casado, su presidente, que está cruzando los dedos para que ERC apoye al fin la investidura de Pedro Sánchez.

Tal vez abducido por Aznar, el líder de la derecha piensa que si los republicanos catalanes se abstienen los socialistas se hundirán en el fango independentista, dentro de un corto espacio de tiempo. Entonces, tras nuevas elecciones, él y los suyos, los pocos que realmente le apoyan dentro del PP, sentarían sus posaderas en el Palacio de la Moncloa y en los ministerios.

Eso piensa cuando echa sus cuentas de la lechera.

Ignora Casado que España vive lo que se llama un momento político gaseoso y lo que parecen verdades son medias tintas. Por eso nadie va a entregar su voto a quien se quede quieto en la antesala de otra crisis económica y permita lo que las derechas califican de chantaje al Estado por parte de nacionalistas y sobre todo independentistas.

El 86% de los votantes del PP desean que su partido se abstenga en la investidura de Sánchez y le permita gobernar “de pacto a pacto”, como suele hacer la oposición inteligente. Si Casado no hace caso a su militancia ni a sus votantes, el que se cocerá en la salsa electoral será él.

Es más. Si la investidura se tiene que celebrar en enero,  porque ERC y JxC siguen con esta parsimonia negociadora, lo más probable es que resulte un fracaso; y entonces, a ver como justifica este insensato que solo piensa en él mismo, la celebración de unos nuevos comicios, en el mismo año que se anuncian elecciones gallegas, vascas y catalanas.

Otra cosa. A Ciudadanos le mató su huida del liberalismo hacia los postulados de derechas. Eso lo saben bien sus dirigentes. Lo que no se explica, salvo por ineptitud política, es que C’s se meta otra vez en la misma olla del PP para salir escaldados otra vez. Porque como se abstengan de esta a ver como se justifican luego con sus ya mermados votantes, especialmente con los del caladero catalán.

Los partidos constitucionalistas son los responsables de este escenario de crisis sistémica y de ellos tiene que partir, con urgencia, la única solución a esta falta de gobernabilidad que solo nos conduce al desastre.

Esperemos que los que tienen la sartén por el mando recuperen la sensatez perdida.  

Un último apunte. Tiene razón Gonzalo Caballero cuando le pide a Feijóo que imponga a los diputados del PPdeG que se abstengan. Sería una forma de resolver el problema y al mismo tiempo de demostrarnos a los gallegos que el Partido Popular de Galicia toma sus propias decisiones.

Como diría Clive James, que se nos fue esta semana…

Esta parece una lucha entre la imbecilidad de la autocracia y la imbecilidad de la revolución…”