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EL SUEÑO IRREALIZABLE DEL VIEJO EMIGRANTE

Dice Mouriño que el R.C. Celta está en manos de los políticos y algunos políticos afirman que es una pena que no sea así. El presidente se refiere a que tiene el futuro del club encaminado… pero depende de la Xunta que la senda sea de rosas o de espinas, aunque yo diría que depende solo de la sensatez.

La única verdad de todo este lío en el que nos han metido el alcalde Caballero y el presidente de una de las dos entidades deportivas que mejor representan a Galicia es que nuestro Celta necesita un estadio y una ciudad deportiva, sea en Vigo o sea al lado del campus universitario, en terrenos de Mos.

Lo que no precisa el Celta –a lo mejor Mouriño sí- es que en torno al club se cree esa gran zona comercial que se nos anuncia y para la que el presidente ha establecido contacto con la empresa multinacional INTU, posible gestor del ámbito comercial de las hipotéticas futuras instalaciones. Ese no es el negocio de un club de fútbol.

Nadie con dos dedos de frente puede ser copartícipe de este proyecto del señor Mouriño, que más bien se asemejan al sueño del viejo emigrante que desea convertirse en rey… no para compartir sus tesoros, como dice, sino para aumentarlos.

Supongo que al final de todo esto la Xunta y su presidente no se dejarán influenciar ni por las filias ni por las fobias y pondrán orden en un territorio que bastante impacto sufrió ya, delimitando conforme a la ley lo que es posible edificar y lo que no.

Y ojo, señor Mouriño. El Celta no es suyo por muchas acciones que haya comprado a los que fueron capaces de venderle su alma al mismísimo diablo. El Celta es de sus aficionados y según obre usted… sabrán colocarle en su sitio.