EL TREN DEL 2022 NO SERÁ TAN ROMÁNTICO

NO TE QUEDARÁ TIEMPO PARA CANTARLE AL RÍO

Ya está aquí, a la vuelta de un lustro, el tren de nuestra vida. Es el tren que vuela, el nuevo tren, ese al que llaman AVE.

Cruzará el país a velocidad de vértigo, pero desde su vagón de plata ya nadie sonreirá a la ría, porque entrará en la gran ciudad abriéndose paso en la oscuridad de sus entrañas.

Desde el tren que viene no sentiremos el viento atlántico que envuelve a Vigo, ni abriremos la ventanilla para admirar el horizonte de Cíes. Y nuestra primavera pasará tan deprisa como la modernidad ferroviaria.

Se moverá el paisaje y el no sugerirá aquellas canciones de ayer, por la ribeira del Miño.

El AVE que viene se beberá el río…

Dentro de un lustro, nos perderemos esta Galicia en tren  a ritmo de “chacachá”:

La verde, de prados en calma; y la azul de barcos en paz. La de los pueblos hermosos que se mueven.

La Galicia majestuosa que emerge del misterio de la niebla. O la del sol que enrojece el final de la tarde…

Dicen que el tren llegará con velocidad alta para acercarnos más al mundo. Por fin. También cuentan que Vigo tendrá nueva estación a 15 metros bajo el hormigón, en la calle Urzaiz. Esta será la estación final de nuestros males ferroviarios…

Aquellos que, sin embargo, trajeron buenos trenes  para la lírica.