UN AÑO SIN ASUNTA – YONG FANG

“ASUNTA-YONG FANG. IN MEMORIAM. TE QUERRÉ SIEMPRE. MAMÁ”. Este es el texto de la única esquela publicada en un periódico el fin de semana pasado, dos días antes de que se cumpliese el aniversario de la muerte de la niña Asunta Basterra Porto, presuntamente asesinada por sus padres adoptivos, Rosario Porto y Alfonso Basterra. No hubo actos de aniversario de tan brutal crimen. Solo expresivos silencios por parte de una sociedad, la compostelana, que quisiera haber olvidado ya los muchos días de lágrimas que vivió hace apenas un año. Sus amigos y compañeros de Instituto prepararon un homenaje especial con música de violonchelo, muy emotivo.  Y los  medios de comunicación, todos,   nos acordamos  de aquel suceso que conmovió a España entera, el día 22 de septiembre del 2013. ¿Recordáis?

Quien sí recuerda aquel día es el juez Vázquez Taín, que ahora se refugia en la escritura para huir del horror y está a punto de publicar su segunda novela que curiosamente tituló “Al infierno se llega deprisa”. José Antonio Vázquez Taín estuvo 48 horas sin dormir desde que el cadáver de Asunta apareció en la pista forestal que va de Cacheiras a la urbanización Os Anxeles, en el lugar de Feros del concello de Teo. Dice que este caso supuso para él “un gran esfuerzo laboral y personal” y la gente le agradece la diligencia en la instrucción que permite que este otoño se pueda celebrar el juicio.

Recordemos. Taín concluye que Basterra fue el cómplice necesario y Porto la asesina. Basterra suministraría a la pequeña Asunta una muy alta dosis de Orphidal que la mantuvo semidormida durante el tiempo necesario para asfixiarla con una almohada,  en la casa que la familia Porto poseía en Teo.

En el largo plazo en el que los padres adoptivos de la niña planifican el crimen sucedieron muchas cosas que os hemos ido contando a medida que sucedían, pero lo que más llamó la atención de los investigadores fue la desaparición y posterior aparición del ordenador personal de Basterra, en el que se veían unas fotografías que se prestan a confusión pese a que el periodista y su ex mujer hablaban de juegos en sus declaraciones.

Rosario Porto y Alfonso Basterra permanecen encarcelados desde poco menos de un año en la prisión de Teixeiro en donde ambos pasaron por varios episodios clínicos; especialmente Porto que sufrió en los últimos días una depresión, de la que fue tratada por los servicios médicos del centro penitenciario. ¿Cómo se interpreta la esquela publica dos días antes del aniversario de los hechos? Fuentes de la fiscalía afirman que se trata de una maniobra de distracción mientras gente afín a Porto te cuenta que es “fruto de una pena inmensa que le corroe por la muerte de su hija y del odio que siente hacia Alfonso Basterra a quien culpa de todo lo que ha pasado”.

En el lugar de Feros, justo en donde dos personas se percataron del cadáver de Asunta y avisaron a la Guardia Civil, sigue habiendo numerosas muestras de cariño hacia la pequeña, a quien querían muchísimo todas las personas de su entorno. Desde sus profesores a sus compañeros, que al parecer preparan un acto íntimo de homenaje póstumo, a celebrar uno de estos días.

Al juez Taín no le cabe duda de la autoría del brutal homicidio, ya que plasma claramente su veredicto tras un año de intenso trabajo de investigación. Concluye el auto de instrucción: “Los padres adoptivos de la víctima, puestos de común acuerdo, y con la intención de acabar con la vida de la niña, le suministraron una cantidad de medicamento necesariamente tóxica para posteriormente asfixiarla.

Rosario Porto y Alfonso Basterra serán juzgados por un jurado popular. Solo falta que se señale la fecha del juicio por parte de la Audiencia Provincial.