galiciaunica Un recorrido semanal por Galicia, España.

PALAS DE REI, UN CAMINO DE ESTRELLAS

Palas de Rei es un territorio verde y verde es el paisaje del alma de Galicia, habitado por gentes con energía, capaces de transformar el sentir de la tierra y abrir este mundo a nuevas posibilidades.

En estos tiempos,  se hace necesario un gran esfuerzo imaginativo para mantener activa la producción agropecuaria; pero la cría del ganado, cárnico y lácteo, es el elemento básico de la macroenomía rural; y en esta actividad se centra el presente y el futuro de los pueblos verdes de Galicia.

Porque estamos en el confín de los verdes prados, en la comarca del buen queso de la vieja Ulloa, de la leche de calidad y de la carne con carnet.

La rubia es el vacuno internacional de origen gallego y la frisona, aunque en principio vino de Suiza como muchos emigrantes retornados, ya es consustancial con la campiña que rodea la vieja aldea.

Llegan aquí gentes peregrinas por el Camino de las Estrellas para, como siempre desde el medioevo, reconocer la extraordinaria calidad de la carne y la leche de Galicia, que hoy viaja a otros mercados estatales y extranjeros.

Pero en esos mercados, y vete tú a saber porqué extraños intereses, se fijan precios y cuotas por debajo del natural comercio, lo que proporciona bajos límites de rentabilidad a las explotaciones gallegas.

Desde Palas de Rei, desde el corazón de la Galicia verde, permíteme mostrar mi solidaridad con el sector agroganadero, a cuyo esfuerzo debe el medio rural la mayor parte de su actual bienestar.

Por eso deseo que la comprensión social devuelva la normalidad a un sector muy castigado en tiempos de crisis y se vuelva a vender “a vaquiña polo que vale”.

CASTILLO DE PAMBRE

Palas de Rei es villa de acreditada nobleza, que hace honor a su nombre latino, “Palacio de Reyes” y las huellas de su rico pasado medieval las encontramos en Pambre, donde aún permanece en pié la torre de la fortaleza, la única de la Galicia medieval  que no cayó en la revolución de los Irmandiños.

Los pazos bien nos hablan hoy en día de su importancia residencial. En pleno casco urbano de la villa, punto neurálgico del municipio, es admirable el Pazo de Rouco, antigua casa torre del siglo XVI.

Algunos de los pazos de Palas de Rei los puede disfrutar el visitante, puesto que se han reconvertido en establecimientos hoteleros. Además, estamos en uno de los ayuntamientos gallegos con mayor oferta de turismo rural.

Es un municipio extenso, de 200 kilómetros cuadrados de extensión, que habitan cinco mil personas en 43 parroquias, nada menos.

El núcleo de Palas de Rei, la capital municipal, concentra la mayor parte del comercio y de los servicios, hoy suficientes para abastecer todo este territorio, aunque a 20 minutos tiene a Lugo, la capital provincial, y a una hora Santiago de Compostela.

Aquí nació el actual ministro de Fomento del gobierno de España, José Blanco, que visita la villa con cierta frecuencia.

Y los amantes de la naturaleza tienen en este municipio numerosas rutas, que incluso superan en belleza al Camino de Santiago. En Palas de Rei aún perviven bosques de castaños, carballos y abedules y su cuenca hidrológica es de gran riqueza, al margen del Ulla, el río que le separa del municipio vecino de Antas y del de Monterroso.

EL CAMINO

La Ruta Xacobea está llena de interés hagiográfico, espiritual y legendario pero otros senderos de Palas nos llevan a lugares en los que, bien se ve, como aún es posible la comunión del hombre con la naturaleza.

Siguiendo el curso de los ríos pasaremos bajo puentes históricos, como  el medieval de Ponte Mercede en Pidre o el romano de Ponte Ferreira, de un solo arco, pero de gran valor histórico.

Cruceiros, petos de ánimas, hórreos, muiños en desuso nos salen al paso a medida que avanzamos hacia algunas parroquias del municipio para conocer la vida rural y su arquitectura.

Uno de los conjuntos más bellos es el poblado de Viña, en San Vicente de Ambreixo; o la casa y hórreos de Cuiña; o el conjunto de la rectoral, el pazo y la iglesia de Meixide.

Aquí, ya saben, cada parroquia tiene su propio pazo, por eso desde el ayuntamiento se habilitó una ruta para recorrer estas construcciones de la comarca da Ulloa, que hiciera famosas la Pardo Bazán.

El Camino de Santiago –que cruzamos a poco que sigamos los senderos naturales del municipio- es el itinerario referente, en el que aún hay restos de la calzada romana, concretamente en  Portos. En Lestedo, fundado y sostenido por los nobles Ulloa, hubo un hospital y un cementerio de peregrinos. Pasado Os Valos está la Fuente del Remollón, donde los peregrinos ya sienten la proximidad de Compostela.

Pero, hablando de fuentes,  aún hemos de conocer el antiguo Balneario de Frádegas, de aguas sulfurosas que todo lo curan.

MÁCARA

Y más espejos de agua: los torrentes de Mácara y los espacios que crea el Ulla, atravesando prados y bosques, con el alborozo propio de un río joven.

El final será esta vez la desembocadura del Pambre en el Ulla, otro de los espacios naturales donde se asienta la belleza.

Aquí, en la naturaleza, está la magia de las tierras de Ulloa, que cruzan caminos de piedra y agua.

La piedra es el alma que da vida a la arquitectura del espíritu, materia vivificada en el arte monumental del trayecto. Y   los pequeños ríos son sus espejos.

Si este es un camino espiritual, como cita el Códice Calixtino,  y nos sentimos peregrinos, hay un lugar imprescindible para sentir que la fe nos invade: Vilar de Donas y su viejo monasterio, que es muestra inequívoca del románico más puro, una verdadera joya del arte religioso. Es el emblema monumental de Palas de Rei, que guarda en su interior interesantes pinturas y sepulcros.

VILAR DE DONAS

Y si la diversidad de culturas y de ideas es lo que verdaderamente enriquece este Camino, conviene recordar que a Valle Inclán, estas tierras de la Ulloa, comarca en la que estamos, le inspiró sus “Sonatas de Otoño” y a la Pardo Bazán su mejor obra, “Los Pazos de Ulloa”.

No hay cronista que se precie, ni poeta de fácil verso aquí nacido, que no describa esta tierra hablando de todas las ideas que aquí confluyen, tanto en el paisaje como en el arte o en la magia del Camino.