galiciaunica Un recorrido semanal por Galicia, España.

VILAR DE SANTOS

REEMPRENDER EL CAMINO

             Allá donde estés, seguro que te gusta hacer memoria y soñar con volver a la Tierra. Una vez en ella, querrás recuperar la tradición perdida en plena modernidad, que es lo mismo que mirar al pasado viviendo el presente…

            Se nota que tu origen está en un lugar como este:

            …Una aldea rodeada de “leiras” cultivadas, que por algo fue el “granero de Galicia”.

           … O una villa industrial habitada por gente emprendedora, capaz de descubrir nuevos modos de vida.

           … Y en la hora del regreso espacios para reemprender de nuevo el camino.

           Claro, mi amigo, esto es Vilar de Santos. Un municipio habitado por mil privilegiadas almas,  al sureste de Ourense y a seis kilómetros de Xinzo da Limia.

           Te invito a ascender a los montes de O Castro y de Cobelo, a 800 metros de altitud, para que obtengas un plano de este ayuntamiento de dos núcleos parroquiales: el primero el de Vilar y el segundo el de Parada de Outeiro. Verás que el norte es montañoso pero el sur es una llanura que ocupa en buena parte las tierras originadas por la desecación aquella de la Laguna de Antela.

       Ya sabes. Aquí había un hermoso lago, el origen de una zona de humedales muy rica en flora y fauna. Desde hace una década la UNESCO trata de recuperarlo; ya se puede apreciar una pequeña laguna que contribuye a engrandecer el paisaje…

       Los de Vilar de Santos le dicen “As Pozas da Lagoa” y algunos expertos son capaces de enseñarte el nido de la gallina acuática. También verás el vuelo de los patos y de un sinfín de aves acuáticas cuyo nombre se me fue… pero son las mismas que volaban sobre las aguas que cubrían todo este territorio.

       Sí, en invierno hace un frío que pela y en verano no sales del río por el calor. Pero esto favorece el desarrollo de la “bosqueira”, floresta en la que abundan los árboles autóctonos, “carballeiras” y “soutos”, de gran atractivo para quienes gustan del senderismo.

       ¿Y de que se vive aquí? Verás. Este lugar ya nada tiene que ver con aquel que hizo que la gente se fuera, primero a “hacer las Américas” y luego a “ahorrar a Alemania”. Porque en eso se fundamentaba el éxito de los emigrantes triunfadores. Así, los que regresaron dieron un vuelco económico al municipio, aumentando el parque de viviendas y animando al ayuntamiento a la promoción pública: la construcción de chalets pareados atrajo a una población joven que tiene trabajo en Ourense capital, a veinte minutos por autovía o en el Parque Empresarial de Santa Marta en el que hay empresas muy curiosas…

        Una exporta alta tecnología de inyección a númerosos mercados del mundo. Otra elabora piedra ornamental y construyó buena parte de la Basílica de Lourdes. Hay también una fábrica de molduras, otra de restauración de muebles, carpinterías especializadas en cocinas, e industrias relacionadas con el hierro…

         Te llevas una sorpresa en este parque empresarial, como cuando te das una vuelta por el campo. Una cooperativa agrícola produce y comercializa puerros, zanahorias, lechugas, cebollas y especialmente los populares grelos.

          Y es que tanto el sector agropecuario como el ganadero son un ejemplo de modernidad. Ya se sabe que la patata es la reina de estos campos y gran embajadora de la comarca.

          La ganadería constituye en Vilar de Santos una importante fuente de ingresos: en el Pazo da Señorita, con cierto interés arquitectónico,  funciona una granja de vacuno de excelente calidad…

          Las explotaciones de ganado porcino y las granjas avícolas, están integradas en el grupo cooperativista COREN, una de las principales industrias agroalimentarias de España.

          Es digna de visitar la Escuela Agraria, en la que las mujeres de este ayuntamiento aprenden, enseñan y producen artículos de gran calidad, completando el ciclo del campo. Aquí podemos degustar originales mermeladas caseras de calabaza, de mora, de uvas… O conocer el aromatizado de aceites y vinagres en base a hierbas de la zona… E incluso como se cultivan setas o se envasan pimientos. 

         Hacer memoria parece ser un ejercicio común en Vilar de Santos, a juzgar por el funcionamiento de la Escuela Infantil, en la que –además de la enseñanza propia del preescolar- los niños aprenden diversas actividades relacionadas con la tradición artesanal, antes de cumplir seis años.

         La artesanía, la del tejido mas tradicional, el del lino, tiene su templo en el taller de Elisabeth Salgado.

         Los galaicos límicos, los primeros habitantes de este territorio pertenecientes a la sociedad castreña, dejaron aquí una de las más bellas muestras de su cultura: una “arracada” de oro, especie de pendiente de la época prerromana, uno de los hallazgos arqueológicos más importantes de Galicia y que se puede admirar en el Museo de Ourense, aunque existe una réplica en el Museo Etnográfico da Limia.

        A lo romanos se debe la primera vía de comunicación, la Vía XVIII o Vía Nova, que unía Astorga y Braga. Hoy en día aún es posible ver los miliarios que señalizaban la ruta en diversos lugares del municipio.

       En nuestra visita a estas tierras hallaremos dos bellas muestras de la arquitectura religiosa, ambas románicas, el estilo predominante en todo el país.

       La Iglesia parroquial de Santa María de Outeiro, del siglo XII, es el monumento más emblemático. En su puerta principal destaca un arco apuntado y cuatro arquivoltas. Y en su interior guarda la imagen de San Benito, el mas milagrero y al que los vecinos guardan gran devoción. Todos los años, se celebra en su honor, cuando se inicia la Pascua, una romería popular muy concurrida.

      La iglesia de San Juan de Vilar de Santos, también románica y del siglo XII tiene una singularidad: originalmente estaba emplazada en Sáa, pero –a mediados de los años sesenta- los vecinos la trasladaron, piedra a piedra, hasta la capitalidad del municipio.

          La explotación de la tierra es la constante histórica de este  ayuntamiento.  Por eso no es de extrañar que abunden los elementos etnográficos relacionados con los cultivos agrarios… Se dice en Vilar de Santos que “no hai aldea sin horno ni parroquia sin molino”…

          Algunos de estos hornos comunales han sido recuperados con fines turísticos, al igual que varios molinos.

          Pero la etnografía tiene aquí un museo modélico, que ha merecido, entre otros, el Premio Nacional de Museología.

          Este Museo Etnográfico da Limia mantiene abiertas seis salas, en las que están reflejadas las peculiaridades de la comarca, los oficios, la vida en el campo, las casas típicas, la patata… Y mantiene activo un taller de tejidos artesanales y una biblioteca especializada.

          Se mantiene abierto al público todos los días y pueden solicitarse visitas guiadas: los guías son todo un lujo; artesanos retirados que nos dan a conocer sus oficios.

          Termino con una curiosa reconstrucción que se está llevando a cabo, la de Sáa, vieja aldea a la que dieron nombre, tal vez, las viejas tribus germánicas… Sáa fue también capital de este municipio y es un símbolo más de la emigración que sufrió Galicia a principios del siglo XX…

          Sáa está en la memoria de los habitantes de Vilar de Santos,  por eso recupera su antiguo esplendor: casas,  calles y caminos han vuelto a la vida…

          Será un lugar paradisíaco, que resplandecerá de nuevo cada amanecer…