LA CAJA – Por Joan Mateu
Era casi hora de cerrar, y el dependiente de aquella tienda de ropa, estaba acabando de recoger los artículos y preparándola de nuevo para el día siguiente. Por la puerta trasera, sacó toda…
Leer MásEra casi hora de cerrar, y el dependiente de aquella tienda de ropa, estaba acabando de recoger los artículos y preparándola de nuevo para el día siguiente. Por la puerta trasera, sacó toda…
Leer MásUn cuadro de Manuel Ramos Martínez — ¡Se fueron los pájaros!, ¡Se fueron los pájaros!, ¡Se fueron a otra galaxia! Eran los gritos y carreras que daba Mameluco, el niño vagabundo del pueblo.…
Leer MásTraté de hablarte Con mis ojos dormidos Haciendo de la noche Un oscuro mar. Me invadieron las nostalgias Embriagadas de deseo Buscando en recovecos un corazón sin par. Navegue por tus ojos negros…
Leer MásFracasa la vertical del frío en su conjunción con la niebla, la melena mustia de una vegetación pasiva mecida por la inercia, los pasos cansados sobre las estructuras de siempre y hasta siempre……
Leer MásFoto de Mónica Aparicio Alcázar Cuando de usted se enamoren, los versos intuitivos de los plectros de mis manos, tendrás a un pintor-poeta entre el regazo de tus labios, suscribiendo las mas tersas…
Leer MásLa transformación de cupido Sabía perfectamente que era Cupido y que su trabajo en el mundo era hacer que las personas se enamoraran. Para ello disponía de infinitas flechas y de una excelente…
Leer MásYa no tengo ni encuentro palabras con que pedir misericordia. Baldía y fea como una rodilla era mi alma. «Busco un poema que no encuentro, un poema a quién la desesperación pobló súbitamente…
Leer MásTe espero… sin envoltorio que cubra mi cuerpo. Solo mi piel como única vestimenta, esperándote, deseándote. Te espero con impaciencia con cada poro de mi cuerpo soñándote, deseándote… Te espero… sin envoltorio. Te…
Leer MásNon hai nada mais doado que voltar ó fogar nativo… Una y otra vez. Sobrevivir y morir. Recorrer el arrabal de la vida, soltar de la trenza sus nubes, calzar la infinitud y…
Leer MásLevantaron el rancho a la sombra de un sauce frondoso. El amor estaba allí, ellos estaban y la noche y los ruidos de la calle y el silencio pidiendo paréntesis de a ratos.…
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