DETRÁS DE LAS SOMBRAS ESTÁN LOS SERES DE LUZ

Esta mañana yo sí que he visto el paso del tiempo. Me miré en el espejo y vi cómo me brillaba la plata de las sienes. Al asomarme a la ventana, todo cuanto me rodeaba, cobró el color gris de la lluvia. Apenas me di cuenta, pero el invierno de la vida llegó esta vez con cierta prisa por abrir la senda del Más Allá. Vi en mi frente nuevas arrugas al mismo tiempo que las ideas se me caían de la mente. Entonces, reflexioné, para percibir como la primavera de agua se nos vuelve melancólica, pero también vital… íntimamente vital.

La fuerza renace en la dulce memoria cuando las nubes se van en busca del océano. Entonces abrimos el cofre de los recuerdos, en el que celosamente hemos escondido la felicidad compartida. Vuelve a sonar la música del país y sale el sol de nuevo. Detrás de la sombra siempre están los seres de luz.

Xerardo Rodríguez