Estoy de Vuelta
LUNES 20, JUNIO 2022
VER
La vista. Cuán importante es gozar del primero de los sentidos. Es que todo te entra por los ojos. Si te fijas bien, la rosa roja, la maravilla de tu edén, alcanza tu corazón por su hermosura… y si hueles su perfume, descubres a un ser vegetal con vida, pese a guardar el más respetuoso silencio. Luego, al acariciar la flor con tus dedos, percibes con sumo gusto su extraordinaria belleza. La vista es el principal de todos los sentidos.
OIR
El oído. Al llegar a viejo vas perdiendo facultades y no oyes tan bien como antes. Por eso, en las salas de espera, la gente habla mas alto de lo normal y así surge ese murmullo inteligible que termina convirtiéndose en eso que los jóvenes llaman boreo.
OLER
El olfato. Resulta que la mascarilla ya huele a hospital, pero cuando llegas, si es que llegas, se acrecienta esa mezcla entre productos de limpieza y medicinas que no se vende en las perfumerías y que será más profunda con los desinfectantes y la anestesia del quirófano.
TOCAR
El tacto. Una vez que traspasas la puerta blanca tú ya no tocas nada y a ti te tocan todas. Este quirófano es una magnífica muestra del empoderamiento de las mujeres. Ahí, una vez que te tumbas en la camilla, de nada le vale al tío vinagre su machismo.
GUSTAR
El gusto. Lo único que saboreas con verdadero placer, ya despierto, es ese café con leche desnatada en el que mojas las galletas “María”. Nada ha cambiado desde que me operaron de la vesícula -ya hace-, cuando en aquel otro hospital me dieron percebes para ver que tal los digería. Es obvio que me quedo con los percebes.
— ¿Y qué tal estás?
— Voy tirando. Con un ojo a la virulé, pero sanando.
Ver ya veo mucho mejor que cuando le prometí a Pablo, mi taxista de cabecera, que, si me tocaba esa lotería a la que nunca juego porque yo también soy pobre, le haría jefe absoluto del departamento de transportes de la familia. Es que Pablo es un cielo y nadie mejor que él para darte ánimos cuando estás en capilla.
Entre los murmullos altisonantes, en la sala de espera me tocó al lado una señora que había sido enfermera en el psiquiátrico de Conxo, el único que está abierto en Galicia, tras contar con una red de hospitales provinciales con especialistas de gran prestigio a nivel estatal.
Por lo que decía, debe de ser horrible…
— No se entiende muy bien el porqué de esos cierres con el número de enfermos esquizofrénicos que están diagnosticados en Galicia. La esquizofrenia es la peor enfermedad porque, encima de todo el sufrimiento que padece el enfermo, resulta muy gravosa y peligrosa para la familia.
El año pasado escribí un artículo sobre eso, no me resulta nueva esa percepción. Es curioso, pero allí, en aquel cuarto de estar poco confortable, solo veo a mis colegas de la edad de oro.
— ¿Vostede cantos anos ten, señora…? Porque a vexo moi animada…
— ¡Ai! Pois xa me pesan. Vou a polos noventa e oito.
Asombrado me quedé pensando en que la vida merece la pena vivirla hasta que te lo permitan y que no te queda otra que acceder a que te hagan los arreglos pertinentes si quieres disfrutarla… aunque te veas muy mayor en el espejo.
En esto, traspasas la gran puerta blanca. Hay un largo pasillo impoluto y a diestra y siniestra otras cincuenta puertas también blancas. Bien se nota que es la zona del taller de ojos, en donde te devuelven la vista que has perdido. Yo solo me fijo en mi número, el 34, que es de los que carecen de leyenda negra entre los que creemos en las meigas.
Me reciben las tres jóvenes con sumo afecto y hacen que me sienta en casa cuando me tumbo en la camilla…
— Tranquilo, unos minutiños y ya está.
Me fijo. La doctora es joven y guapa, de las que debe rachar coa pana en la Compostela universal. Me fijo en sus manos y no tiemblan. La anestesista me mima…
— Esta es una intervención agradecida. Verá mucho mejor, ya verá.
— ¿Pero veré?
— Claro que verá hombre, infinitamente mejor de lo que ve ahora.
La cuestión para mí es ver mejor. La enfermera también anima…
— Cuando salga verá mucho mejor a su mujer, que ya vi yo que era muy guapa.
En esto me duermo. No veo nada. Solo escucho voces. Me dejo ir. Ya despertaré.
Lo hago de pleno en una salita en donde están otros dos colegas. Es la hora del café con leche con galletas y de la cháchara entre pacientes. Que si esto que si lo otro. La señora, solo hace dar las gracias a los sanitarios. El señor arremete contra los políticos…
— Os vellos estorbámoslles. Queren que morramos pronto porque así é mais barata a Sanidade.
¡Qué cosas! ¿No? ¡Debe ser un efecto postanestesia! En lo menos que pienso yo es en la política y sus consecuencias. Aunque a Sánchez ya le “estorba” Feijóo, que quiere llegar a un gran pacto de Estado contra la crisis…
— ¿Qué crisis?
Se nota. ¿Sabes? El autobús urbano de Conxo a Santiago va a tope con recién operados y la parada está llena de taxis. Esto no pasaba ni en el siglo pasado…
Han pasado diecisiete días desde que la bella y joven doctora despejó mis ojos de nubes. Veo como cuando era niño y aún no usaba gafas. Puedo escribir de nuevo y contarte las peculiaridades de este mundo que sigue en guerra, con alta inflación, con menos coronavirus, pero algunos infectados más con viruela del mono… Y con un puente menos en la autovía A-6, porque se derrumbó cerca de Becerreá…
El “demérito”, esta vez, no vino a regatear a Sanxenxo porque Hacienda le sigue investigando. Los combustibles siguen subiendo, todo sube, incluso el precio de la vivienda…
Argelia ya no nos quiere, en Bueu robaron 70 cajas de flores de las alfombras del Corpus, a Santiago llegan miles de peregrinos, la nuestra es una sociedad con excesivo coitocentrismo según la psicóloga Arola Poch… “Malicia Noticias” fue premiado en A Bretaña como el mejor programa de humor europeo y lo es.
La ourensana a la que un cirujano le dejó dentro un trozo de bisturí tras operarle una hernia tiene 270.000 euros más, pero a costa de un futuro sin esperanza de recuperación. Es que dicen por ahí que el futuro es este presente. A una buena gente que consiguió huir de los talibanes en Afganistán no les alquilan un piso en A Coruña. Ojo, que además, la ola de calor nos trajo los primeros incendios forestales…