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LA AVARICIA DEL «DEMÉRITO»

El titular común de la prensa europea esta semana es tan vergonzoso e impúdico que, si eras de esos que creían a ciegas en la monarquía parlamentaria, supongo que a estas alturas de esta película ya te habrás hecho republicano como mínimo…  

LA FISCALÍA SOSTIENE QUE JUAN CARLOS SE ENRIQUECIÓ COBRANDO COMISIONES ILEGALES

Quien acusa esta vez al rey demérito es la Fiscalía del Tribunal Supremo español. Le tilda de comisionista en negocios empresariales internacionales y así se lo hace saber a las autoridades suizas en una rogatoria en la que pide información sobre los movimientos bancarios de la famosa Fundación Zagatka, de la que figura como administrador un primo lejano de este golfo que fue jefe del Estado y rey de España.

A estas alturas, el Ministerio Público tiene pruebas de que Juan Carlos de Borbón empezó a fraguar su fortuna con la venta de armas a ciertos países árabes junto a Colón de Carvajal y Khashoggi. También conoce la Fiscalía la cuantía de la comisión cobrada cuando aún era el rey titular por la venta del Banco Zaragozano, 52 millones de pesetas. Millones, pero de euros -se habla de 200- es lo que cobró como comisionista por el tren AVE a la Meca según figura en ciertos documentos salidos hace tiempo a la luz… En fin, que Juan Carlos -según la Fiscalía del Supremo- puede ser acusado de al menos cuatro delitos: blanqueo de capitales, contra la Hacienda Pública, cohecho y tráfico de influencias.

En todos los “negocios” del “demérito” aparece su “hermano” el rey de Arabia Saudí, Abdalá bin Abdelaziz al Saud, a quien ayudó Juan Carlos I cuando era rey de España: no solo contribuyó a lavar la imagen del régimen teocrático de Arabia Saudí para contrarrestar la influencia turca en el panorama internacional, sino que le concedió a Abdalá el Collar de la Insigne Orden del Toisón de Oro, la mayor distinción que puede otorgar un soberano español a título personal. Lo hizo a espaldas del Gobierno.

Es decir, Juan Carlos de Borbón relacionó al rey de Arabia Saudí, cabeza del wahabismo salafista más integrista e impulsor del régimen talibán, con una sagrada orden de caballería cristiana cuyos principios originales eran la lucha contra el Imperio Otomano y «la liberación de los Santos Lugares«. Aquello fue de traca.

La procedencia ilícita de la fortuna de Juan Carlos de Borbón está mas que probada ya no solo en medios jurídicos sino también por parte del periodismo de investigación y por supuesto por la llamada clase política, sobre todo la derecha, que ha tapado hasta ahora todas las fechorías cometidas por el que hicieron pasar como artífice de la Transición… cuando la cúpula militar de entonces bien sabía que estuvo en la sombra de aquel intento de golpe de Estado, en 1981.

Lo que no me explico es el porqué alguna gente disculpa a este avaricioso monarca que vivía en un palacio y tenía todos sus caprichos ampliamente cubiertos. No entiendo porque los cabezas de los partidos de la derecha no condenan tan reprochables mezquindades como lo hace medio mundo y los líderes de la izquierda. Y lo que menos me explico es que a este señor le sigan llamando Su Majestad porque aún detenta el título de rey “emérito”.

Debe doler mucho actuar contra un padre, por eso no le reprocho nada a Felipe VI; pero sí al Parlamento que es la máxima expresión de la soberanía de España. Pienso que llegados a este punto debe de retirarse a Juan Carlos de Borbón no solo el título de rey sino todos aquellos que correspondan a la nobleza. Desde luego, noble no lo es y el desprecio generalizado se lo ganó comisión a comisión.