galiciaunica Un recorrido semanal por Galicia, España.

LA MAYOR DESPENSA DEL MUNDO

SIGLO XIX

Te cuento. Hubo un tiempo en el que Vigo poseía un barrio marinero que rodeaba una playa pequeña.  En ella varaban sus “gamelas” los protagonistas esenciales de aquel paisaje, pintoresco porque estaba dotado de un tipismo que lo distinguía de los demás barrios de la ciudad.  El mar llegaba casi a la puerta de las viviendas, pero nadie, ni siquiera los niños, tenían miedo. El mar siempre dejaba su espuma en la arena, sin atreverse, siquiera, a llamar a la puerta.

Aquellos hombres y mujeres estaban enraizados en las olas de la Ría como si fueran las rocas de un acantilado. La pesca movía sus vidas y ellos fueron quienes nos legaron las selvas sumergidas de la bella ensenada que almacena en sus profundidades mariscos y peces de inigualable sabor. De ellos, de aquellos hombres, aún se cuentan viejas historias acontecidas en siete mares por donde navegaban otros gallegos de piel de salitre… mientras los poetas tabernarios soñaban olas de vino frente a mares sin fin.

Yo también tengo mis héroes en la cosmovisión marinera, descubridores de los caladeros de la globalización en las africanas aguas o en el mar de América, que también es Atlántico.

SIGLO XX

Sin embargo, la modernidad trajo el cemento y tapó la ría para que esas señoras acostumbradas a la espera, que olían a sal como sus hombres, ni siquiera pudiesen contemplar como regresaban los barcos ya motorizados. Aunque quizá fuese mejor así… porque hubo algunos que nunca volvieron.

No hace mucho, un arquitecto al que se le encomendó la tarea de restaurar plaza y edificios del Berbés, puso unas gradas de cara a las fachadas de las casas para que la gente pudiese recuperar el pasado… Quizá pensó que así se olvidarían de la riada de coches, sustitutos a su espalda, de aquel mar que podían admirar cuando vivía el bisabuelo.

En Galicia, la postal desde la costa es azul intenso por el este Atlántico y verdiazul por el norte Cantábrico. Sobre el lomo de ambos mares navegan hoy buques de hierro, bien armados contra estos temporales que azotan cada invierno casi tres mil kilómetros de litoral. Aunque a veces llegan galernas como la de esta semana pasada y también se rompen.

Sin embargo, es innegable la belleza del horizonte perdido en la inmensidad oceánica, de las olas que saltan por encima del faro, de las bahías mansas con sus cultivos marinos, de puertos que son espejos de colores, de playas interminables donde se bañan las estrellas, de las caprichosas formas que toman los acantilados…

Pero Atlántico y Cantábrico no solo son los protagonistas de la bella postal marina… Son además dos mares de riqueza. De la pesca viven directamente, en Galicia, más de veinte mil familias; y otras tantas lo hacen de los empleos que generan sus industrias auxiliares. La cifra total resulta incalculable si incluimos a todos los sectores económicos vinculados al mundo de la mar. Nuestros “mariñeiros” forman parte de una gran estructura productiva agrupada en cuatro flotas: la de bajura, la de litoral, la de altura –que es decir tanto como la del Gran Sol-; y la de gran altura, en la que se encuadran los grandes buques congeladores gallegos que navegan los siete mares.

Casi la mitad de todas las embarcaciones gallegas descargan sus mareas en el que está considerado el primer puerto pesquero del mundo, el Berbés, en Vigo. De aquella playa de chalanas varadas bajo los soportales no queda nada más que el recuerdo romántico. Ahora sus dársenas protegen a todo tipo de buques grandes, medianos y pequeños. En su gran lonja se subasta el más sabroso pescado y marisco. De sus almacenes sale cada madrugada la mayor flota de camiones congeladores. Y su influencia económica es tan importante en Galicia que temblarían los cimientos del país si el Berbés pusiera fin a sus actividades. 

El barrio del Berbés cedió sus mejores espacios al puerto, para que cobrara tal importancia. Hoy en día, es un típico barrio litoral, con sus casas asoportaladas en cuyos bajos siempre hubo negocios o chiringuitos relacionados con el mar. Sin embargo, hasta hace poco, este era un barrio amenazado por la ruina. Hasta tal punto que muchos de sus edificios podrían haberse derrumbado. Esto obligó al ayuntamiento a reaccionar. La recuperación de la Ribeira, una de las más emblemáticas zonas de la ciudad, fue una de las grandes obras llevadas a cabo por el Concello de Vigo.

SIGLO XXI

Barrio y puerto, conjuntamente, han despertado un enorme interés turístico y para mejor comprenderlo, hay que leer a Ferrín… Nadie como él para describir, con la dulzura de nuestra lengua, el espectáculo que se crea en la Ribeira del Berbés, todos los días…

      «..As gaivotas, os berros das mulleres cos seus carretóns, os das xentes da colla indo de aquí para alá; os maquinillos dos barcos descargando as caixas do peixe.. ¡Aboúxannos as orellas e encántannos a ialma!».

      Es la luz especial, el reflejo de los barcos en el agua, el brillo de las montañas de pescado, las pescantinas, los subastadores, los marineros… Todo esto es lo que distingue a este puerto al amanecer, cuando comenzamos a escuchar el latido más profundo de la raíz de Vigo.

Las últimas tablas “input-output” indican que a la pesca están vinculados 54 sectores económicos diferentes, entre los que se incluyen, por ejemplo: envases y embalajes, transporte, servicios de reparación naval e incluso esas prendas de vestir específicas para la vida a bordo.

En el último año de actividad pesquera contabilizado, el 2019, 639 empresas generaron 30.383 puestos de trabajo y facturaron 14.558,7 millones de euros.

Este crecimiento del sector pesquero gallego, cuya actividad se extiende a sectores productivos de otros países de la Unión Europea, se había detectado ya hace años, antes del hundimiento del “Prestige”, al que se debió la recesión del 2.002. Felizmente, a partir del 2005 se reanudó ese crecimiento sostenido que en la actualidad convierte a la pesca en un sector estratégico para paliar la crisis económica derivada de la pandemia del coronavirus.

Para que valores la importancia del mar y de las industrias que de él se derivan, te aportaré un dato: una cuarta parte de las exportaciones gallegas se deben únicamente a las industrias conserveras.

PROTAGONISTAS

Los vigueses nacidos en el más marinero de los barrios de Vigo encantaron a Hemingway; según dijo, porque olían a salitre…

Los marineros del Berbés conocieron a golpe de remo, casi niños, la gran Bahía, descubriendo por sí mismos el refugio de la nécora, cuando aprendían a navegar, para luego sufrir los temporales del Gran Sol en la costa de Europa o buscarse la vida en los siete mares de un mundo que conocen como la palma de sus encallecidas manos.

Los mariñeiros del Berbés, son los que llenan de humanidad este puerto de barcos multicolores y los auténticos protagonistas del cine de la vida, aquí, en el mayor puerto pesquero del planeta. Una buena parte de nuestro futuro está en sus redes.

Además, el Berbés es, sin duda, mucho más que un puerto, una lonja o un barrio marinero. Para los que nos gusta comer pescado, es la despensa mejor y más grande del mundo.