galiciaunica Un recorrido semanal por Galicia, España.

MAYO 2023

Cuando se me nublaron los ojos era verano, aún podía escuchar a los mirlos del parque central porque comenzaba agosto. Las musas huyeron todas a la playa en busca del frescor del océano dejándome solo, en la oscuridad y sin la inspiración que me regalaban todas las mañanas. Pasé el otoño en la más absoluta incapacidad creativa. Luego llegó el invierno y con él, el nuevo año. Entonces, la lluvia hizo posible el agua clara de mis regatos y la nieve de las montañas próximas creó el paisaje blanco de mi disfrute. Ahora, lentamente, me muevo entre mis perspectivas de siempre, de cada primavera, cara al verano. Mis manos buscan hoy unir los versos sueltos que se esconden en las letras del teclado. Intento volver a la Galicia Única, saludándote con mi mayor afecto.

Si te parece, buscamos los sueños y las fantasías en este rincón que nos devuelve la vida. Hemos de movernos entre la realidad y la ficción para no perder el tiempo que nos resta… entre memos y memes.  

El SOL Y LA LUNA

Esta mañana me contaron en el café del parque, que el astro rey tiene dueña viguesa. Se llama Ángeles Durán y es la única persona en nuestro universo que inscribió el Sol como su propiedad, en 2010. Lo hizo en una notaría de Vigo imitando al americano Denis Hoppe, único propietario oficial de la Luna desde 1980, cuando un juzgado de Texas le adjudicó el satélite. A Hoppe le compraron más de cuatro millones de parcelas, sin embargo, nadie se interesó por las leiras solares de Ángeles, que ahora vive en Italia.

Debe de ser porque mi vida está llena de personajes como Ángeles y Denis por lo que tengo un sueño recurrente: me creo el Ave Fénix y vuelo por el Universo, de planeta en planeta. Cuando llego al Sol lo atravieso, pero sus llamaradas prenden su fuego en mis alas. Entonces aterrizo en la Luna esperando la alborada de mi verde país, donde será la lluvia la que apague las llamas de aquellos infiernos.

Amanece de nuevo en la Tierra Única. Mis ojos se abren y despierto. Me asomo a la ventana para vivir la primera realidad de mayo: el sol se asoma lejano, tímido, entre montes, y los mirlos estrenan nuevas sinfonías corales.

EL MAR DE MIS AMORES

En la City no se habla de otra cosa. Por lo visto nos ha subido la temperatura del mar en la última semana y dice mi amigo Pemán que vamos camino de ser más mediterráneos que atlánticos. Ya ves, mientras algunos vemos la cálida primavera en los espejos plateados de la gran playa, otros contemplan el invierno blanco de la cumbre y el carámbano transparente de la ladera de hielo. Aunque nos queden unas pocas tardes de lareira, la expresividad del paisaje pone remedio a todo.  Pronto llegará la refulgente calma del país, esa que se extiende desde la montaña al mar, siguiendo la ruta de los valles profundos. Mientras, recordaré a mi nieta Alicia pasando frío en A Lanzada.

UN HIPOPÓTAMO EN SADA

Mi meiga guapa tomó estos días el relevo de las musas en huelga, para contarme sus cosas mientras la City estrenaba las farolas del ahorro y la Luna se sacudía las sombras, hermosa, al final de la calle del poeta. Con mi meiga te ríes más que lloras. Ella rebusca en su disco duro historias del pasado que sucedieron hace tiempo.

Mi amigo J.J. García Pena ya no estaba en Sada cuando llegó aquel circo, en el 2009. Fue todo un acontecimiento porque… traía entre sus animales un hipopótamo llamado Pipo. Era tan dócil que sus cuidadores lo dejaban suelto en el recinto del zoo circense porque nunca causaba problemas. En esto que iba yo a comer al Rincón del Abuelo cuando observé en la rotonda a Pipo comiendo yerba como si el tráfico no fuese con él. Ahora cada vez que voy a Sada me río del día en que creí que el ayuntamiento había descubierto otro motivo para que fuéramos de visita a la villa coruñesa.

Xerardo Rodríguez