galiciaunica Un recorrido semanal por Galicia, España.

PARQUES NATURALES CASI PRIVADOS

Por Marola Seijo

Ahora resulta que uno de los valores principales del país, que todos creíamos nuestro y por cuya conservación pelea todo el mundo son, aproximadamente en su ochenta por ciento, de propiedad privada. Me refiero a los Parques Naturales de Galicia, seis en total.

Esto dificulta sobremanera las tareas de conservación, porque la administración se ve obligada a conciliar los intereses privados con la conservación del paisaje y la biodiversidad.

Por ejemplo. La Xunta de Galicia trata de llevar a cabo en las Fragas del Eume un “Plan de Usos e Xestión” y los dueños del 79 por ciento de los terrenos ya pusieron el grito en el cielo porque afirman que no se les consultó para nada. Ya hablan de compensaciones. En el parque, en los terrenos protegidos, viven unos quinientos propietarios.

Peor se lo ponen a la administración en el Parque Internacional Peneda-Xurés, la Reserva de la Biosfera más grande de Europa. En la parte gallega, ubicada en la comarca de la Baixa Limia, en la provincia de Ourense, solo un 3% de las treinta mil hectáreas son públicas. El resto del parque tiene dueño.

Y aún hay más: existe un parque en Rubiá, en la provincia de Ourense, la Serra da Enciña da Lastra, que pertenece íntegramente, en sus 3.151 hectáreas, a muchos de los vecinos de este bello entorno, que configura uno de los paisajes más atractivos de Galicia.

Por el contrario, el Parque do Invernadoiro es íntegramente de propiedad pública. Sin duda una enorme ventaja para su conservación puesto que es uno de los lugares ourensanos que más se asemeja al Paraíso.

Donde no solo hay propietarios sino también viviendas dentro del mismo parque es en Corrubedo, en el municipio de Ribeira. Un complejo dunar, playas y lagunas, todo el protegido, que fue declarado parque natural en 1992. Entonces había varias casas en el entorno. Solo está en manos de la Xunta de Galicia el 63% por ciento de la totalidad afectada.

Finalmente, en el Monte Aloia, situado en el municipio de Tui, solo el 45 por ciento es terreno público. Las comunidades de montes poseen más de 400 hectáreas y algunos particulares poseen alrededor de una hectárea.

¿Es esto un problema? Sí y de difícil solución habida cuenta el interés del gallego por su “leira” que no permite una fácil negociación y mucho menos cortar por lo sano y meterse en una serie de expropiaciones, algunas de ellas imposibles.

Así que lo más probable es que las cosas queden como están, con una normativa de usos inflexible como se hizo en las Fragas do Eume.