PÁSATE DIEZ PUEBLOS
En Madrid, en aquellos mis años de exilio, conocí a personas de todo tipo y condición, pero ninguna tan curiosa como José Manuel, el portero-conseguidor del edificio donde vivíamos unas cien personas, en la calle Vallehermoso. Era la alegría de la finca. Todos los días, cuando tú te levantabas, por supuesto cabreado, te arrancaba una sonrisa contándote chistes de Lepe. Incluso divertía a la joven Yuko que trabajaba en la embajada de Japón y apenas los entendía…
—- ¿Sabe porqué los de Lepe meten el periódico en la nevera?
—- ¿?
—- Para tener las noticias frescas.
—- Ja,ja,ja,ja…
—- ¿Y sabe usted como escuchan salsa los leperos?
—- ¿?
—- Pues acercándose el kétchup a la oreja…
—- Ja,ja,ja,ja…
Y así todos los días, a las ocho menos pico, cuando el entonces alcalde, Álvarez del Manzano, aún no había puesto las calles. Lo curioso es que José Manuel era de Lepe por eso aprendí con él a reírme de mí mismo cada vez que meto la pata, que, al igual que todos, suele ser con frecuencia.
Te cuento esto porque esta semana descubrí que hay nombres de pueblos en Galicia y en España que con la simple lectura de la señal que los anuncia ya te ríes más que con los chistes de Lepe.
Imagínate que le preguntas a alguien de dónde es y te dice…
—– Pois sonche de Vilapene…
—– ¿E iso onde se atopa?
—– Pois o pé da lagoa de Cospeito.
El ayuntamiento no gana para indicadores porque suelen llevárselos para bromear. El nombrecito tiene su razón. El pueblo lleva el apellido galleguizado de un romano poderoso que se llamaba Penius.
—– ¿A qué ten coña o asunto?
—– Ja,ja,ja…
Claro que es peor ser de Guasa, Huesca. Ahí viven 50 personas a los que llaman guasinos y no hay quien pase por el pueblo, al pie de pirineo aragonés, que no se haga la fotito con el consiguiente cachondeo.
Aunque más guasa tiene conocer a unos cincuenta kilómetros otro pueblo pirenaico que se llama Triste, digo yo.
A dos guardias civiles de la época franquista les mosqueó mucho el nombre de un pueblo burgalés, ante la visita a Lerma de aquel caudillo: se estaban imaginando la pancarta al paso de la comitiva… ¡Revilla Cabriada con Franco!
—- ¡Horror!
—- ¡No lo podemos consentir!
Y el pueblo que había surgido de los dos nominados Revilla y Capriata, es decir, la Revilla Cabriada actual no llevó pancarta a Lerma y sí tapó el cartel que anunciaba la llegada al pueblo.
Te puedes pasar diez pueblos y hasta cien, porque en España hay registrados 52.653 núcleos de población por el Instituto Geográfico Nacional. En Galicia somos muy repetitivos, caso de A Igrexa y Outeiro. Son los nombres de pueblos más repetidos de Europa.
Seguro que si te dicen…
—- Yo soy de Modúbar de la Emparedada…
—- Pues yo de Helechosa de los Montes…
Igual te crees que te están vacilando. Pues existen realmente. El primero es de Burgos y el segundo de Badajoz.
En Pontevedra hay un Parderrubias con 450 habitantes y muchas más rubias que dos. El nombre viene del latín, “Pera rubeas” o piedras rubias.
—– ¿De dónde has dicho que eras tú?
—– Yo soy guarromanense…
—– ¡Ah! De Guarromán…
No es que sus habitantes sean unos guarros, es que el topónimo viene del árabe Wadi-r-rumman que significa río de los granados. Por cierto, Guarromán es sede de la Asociación Internacional de Pueblos con nombres raros y feos.
En Madrid está Villanueva del Pardillo que es pueblo montañés. No es que sus habitantes sean unos pardillos sino que los pardillanos eran pastores que vivían en “pardinas”, palabra latina que significa “casa aislada de montaña”.
Hay un pueblo que se llama “Ajo” y aunque te cuenten que su nombre proviene de la planta… tú vete igual porque posee las mejores playas de la costa de Cantabria.
Aunque si prefieres bajar a Los Infiernos, vete a Murcia en pleno verano y verás por qué a 50 kilómetros de la capital existe un pueblo que se llama así. Es el lugar más ardiente de la geografía española.
Si vas a Salamanca te contarán lo del pueblo llamado “Dios le guarde”, donde por lo visto existía un camino principal que atravesaba un bosque inmenso lleno de lobos muy peligrosos. A los viajeros solían despedirlos los vecinos con un…
—- Dios le guarde…
Por eso se llama así este lugar en el que no queda bosque y solo unos cuantos vecinos.
También existen Rabos en Gerona, Coitos en A Coruña, una Verga canaria y una Polla asturiana. Son los nombres de los pueblos más eróticos de la toponimia estatal. Y anota más: Tocón en la provincia de Granada, Puercas en Zamora, Verruga en Canarias y El Cabrón, en Asturias.
Suma y sigue. Nunca bebas en el toledano Pozo Amargo, pero menos en el jienense pueblo de Baños de Agua Hedionda. Y ni se te ocurra bañarte en Arroyomuerto, Salamanca; o ir de excursión a El Hediondo en Colmenar o al también madrileño lugar de El Sobaco. Es broma. Son lugares maravillosos que nada tienen que ver con su nombre.
En Andalucía lo mismo te encuentras en Villanueva del Trabuco, en Málaga, que en Casas del Porro, que es playa gaditana con fama de surfera. Pero si quieres irte a La Fumada tendrás que viajar a Barcelona, aunque para tirar La Colilla nada mejor que ir a este pueblo de Ávila.
Y si buscas amor del bueno no vayas a Cornudilla, Valencia. Es mejor que subas al norte más norte de España, a Cariño, en A Coruña. O piérdete en La Esperanza Cubana, en Jaén. Aunque si eres romántico irás a Zaragoza para pisar Luna o te bañarás de noche en el río del pueblo cacereño de Arroyo de la Luz.
Finalmente, tras tanto paseo por los pueblos de España y cuando creas que es el momento –cuanto más tarde mejor- vete a Girona y alquila una casita en Ultramort.