PEDRO BARRIE , EL AMIGO DE FRANCO
—- ¿Y tú sabes cómo se vendió A Toxa?
La pregunta me la formuló uno de esos ancianos ex marineros que siempre preguntan algo porque quieren ellos contarte cosas, sentado en el pretil del puente que une O Grove con la única isla privada que existe en Galicia.
—- No; debió de ser hace mucho tiempo… ¿Verdad?
—- Por dos céntimos, mi amigo, por dos céntimos… ¡Se la quitaron al pueblo y se la regalaron al conde!
Estábamos en 1963 y yo era el redactor del Diario de Pontevedra que hacía las entrevistas a los personajes que se alojaban en el Gran Hotel.
El puente de A Toxa, símbolo del imperio.
El domingo pasado he ido a Laias, que es un magnífico Balneario a orillas del Miño, cercano a Ourense y a Ribadavia. El gran río es hoy un mar interior provocado por un embalse que anegó las mejores cepas del mejor vino de entonces, el Ribeiro; y también algunos pueblos. Entre los que más dolieron, la hermosa aldea de Castrelo do Miño:
“…Era en Galicia unha frol, era un val fermosiño, era o meu Castrelo do Miño…”
La trova la cantaba como los ciegos de feria Miro Casavella, ya entonces, cuando se estaba construyendo el primer salto de la indignación popular contra el mismísimo conde…
“…Ademiraba aquel conde non as ringleiras do viño, senon o embalse futuro do meu Castrelo do Miño…”
Porque allá se fuera media Galicia a tratar de impedir lo que se suponía iba a ser y así fue, el primer gran desastre ecológico del país provocado por el régimen franquista o por los amigos del régimen…
“… Pedradas mandou o pobo que lle foron a perilla os que enchen de auga Castrelos e dan a luz a Castilla…”
El domingo pasado junto a Laias, el río me repetía aquellas escenas brutales de guardias civiles apaleando a honestos labradores que lo único que hacían era defender su vida.
Bajo estas hermosas aguas hay pueblos y vidas sumergidas.
Ayer he hablado por teléfono con mi amiga Marina Fernández Figueroa que está empeñada en ver por dentro el Pazo de Meirás. Ese que fue el “Marivent” de los veranos de la dictadura y que ahora es donde veranean algunos de los controvertidos herederos de Franco.
Hay cola para penetrar en los entresijos de aquellas historias siniestras visitando el pazo; pero si vas, recuerda que fue el señor conde quien regaló a Franco el palacio que habitara la ilustre condesa y escritora Emilia Pardo Bazán; y que la “suscripción popular” de la que tanto se habla ahora, solo dio para reconstruir algunas partes deterioradas.
— Esto no lo contó nadie nunca…
— Porque el conde era tan poderoso como Franco.
Meirás.
Hace poco, cada vez que ponía la radio escuchaba una cuña de mi amigo Fernando Ónega en la que, como gallego, se declaraba cliente del Banco Pastor, la única entidad privada de propiedad gallega hasta que, el año pasado, fue vendido al Banco Popular que toda la vida fue, hasta su fallecimiento en el 2006, de Luis del Valls Taberner, a quien vinculaban al Opus Dei.
Ahora lo preside Ángel Carlos Ron Güimil, pero la mayor parte de las acciones sigue en el seno familiar de los del Valls.
A principios de los años cuarenta, el señor conde fue nombrado presidente del Pastor; y es a partir de ahí, tras el fallecimiento de su tío Ricardo, cuando se convirtió en accionista mayoritario del banco y comenzó a construir todo un imperio.
Pedro Barrié de la Maza
Los que le conocieron bien dicen que era el típico negociante gallego, de esos que compraban por cien y vendían por doscientas. Como diría el inolvidable Angel Huete, “se hizo rico con ese modesto dos por ciento de interés”.
Fue un lince pero nunca pudo presumir de inteligente, puesto que en sus estudios solo llegó a la Escuela de Comercio, pero ni siquiera terminó la carrera. Aunque en su biografía oficial se dice que cursó estudios –nadie sabe de que- en Kent, Inglaterra; Lubeck, Alemania; y complementó sus conocimientos trabajando en una agencia de La Rodelle, en Francia.
Claro que… Pedro Barrié de la Maza y Pastor haría una gran carrera: la de amigo personal de Francisco Franco.
Fuentes de la familia llegaron a decir que el conde fue el mejor amigo que tuvo aquel caudillo, de quien, cuando es nombrado jefe de la Brigada de Infantería, llega a convertirse en guardaespaldas.
Quien iba a decir entonces que, a Pedro Barrié, le debería el Movimiento Nacional y el “glorioso generalísimo” Franco una sustanciosa parte de su financiación para la compra de armamento con el que hacer la guerra a sus compatriotas republicanos…
Bien, pues a partir de 1943, cuando yo estaba todavía en la linfa materna, cuentan las crónicas de la época una meteórica carrera empresarial de la que yo destaco, al margen de la ya contada y heredada presidencia del Banco Pastor:
La creación de FENOSA, Fuerzas Eléctricas del Noroeste; la que construyó los saltos hidroeléctricos más importantes de Galicia. Aquellos que le gustaban tanto a Franco que les llamaba “pantanos”. La que vendía más cara la luz en Galicia que en Francia, a donde iba la mayor parte de la energía que se producía en las centrales de aquellos embalses.
FENOSA se nutrió también de la compra de modestas mini centrales a precios de saldo y hay quien dice que los inicios son el producto de la fusión de la antigua Fábrica de Gas y Electricidad, que poseía el conde en la ciudad de A Coruña y Electra Popular Coruñesa, propiedad del empresario José Miñones, injustamente fusilado por las tropas “nacionales”, tras una falsa acusación.
La compra del astillero ASTANO a un precio por debajo de su coste, ya que el mercado de la construcción naval sufría su segunda gran crisis.
El señor conde presumió en círculos coruñeses de crear riqueza “para Galicia” y promueve durante su época más “brillante”, ya con su amigo Franco en el poder, todo tipo de empresas: Gas Madrid, PEBSA, Aluminio de Galicia, CEDIE y…
Carmela Arias, su gestión derrumbó el imperio.
La Toja, S.A. en la isla más bella del entorno de Arousa, donde, primero construye una fábrica de jabones, luego un balneario con su Gran Hotel y posteriormente la urbanización más horrible de apartamentos que he visto en mi vida…
El conde se muere cuando empieza a brotar la primavera en A Toxa, en aquel marzo de 1971. Y entonces…
El deterioro de la isla y del imperio llega con la gestión de la condesa, Carmela Arias y Díaz de Rábago, fallecida en el 2009, a los 89 años de edad; la mujer que fue la primera y única presidenta de un banco de España y que merecerá, no lo dudes, un capítulo aparte porque también es… única.
A partir de heredar el imperio la condesa, el poder se resquebraja, Franco agoniza y la democracia apunta cerca.
Aquel conde admiraba, como su amigo Franco, estas construcciones
Hoy, en el año 12 del Tercer Milenio, solo existe la Fundación Barrié, heredera de una parte de la copiosa fortuna de Carmela Arias, un secreto que fue siempre muy bien guardado. Pero para que te la imagines, te contaré que en el año 1981, Carmela Arias donó en vida a la Fundación Barrié nada menos que 7.000 millones de las antiguas pesetas, unos 50 millones de euros.
En la actualidad se vendieron los principales activos del imperio… El Banco, A Toxa –parcelada incluso para chalets- y lo que ella conlleva; FENOSA ya es Gas Natural…
¿Qué más te voy a contar que tú no sepas?
Nadie duda de que mientras vivió el conde de Fenosa, Pedro Barrié de la Maza y Pastor, fue el hombre más poderoso de Galicia, incluso más que los poderosos gobernadores civiles del franquismo que también eran jefes provinciales de aquel Movimiento.
Franco le premió con infinidad de favores y le impuso todas las medallas del régimen: entre otras, la Gran Cruz de Isabel la Católica, la Gran Cruz de Beneficencia y la Gran Cruz al Mérito Civil…