galiciaunica Un recorrido semanal por Galicia, España.

PLACERES A MANO

DESDE A COVA DA SERPE AL VIEJO BALNEARIO

Aquí arriba, el agua de la fuente sabe a néctar y a miel. Es medicinal y ves como fluye peregrina, desde la sierra, buscando el vientre del río, que procura, saltando, las corrientes favorables para su danza y remansos para descansar en los lagos de interior.
También encuentras fuentes creadas por el hombre, donde el agua entona su canto vital, porque brota de ellas la perfecta armonía; beberla es salud y su transparencia, dicen, es el alivio que cauteriza los males.
Y hay por aquí cerca espacios de resurrección para serenar nuestros días de plata con una canción íntima. Si la escuchas con calma, sentirás el placer de los placeres… Vamos. Ven conmigo a ese fulgurante lugar donde todo es bello. Incluso las legendarias historias de amor…

En primer lugar, ascenderemos a la montaña de mi fábula para que entiendas mejor este territorio por el que hoy quiero deslizarme, procurando esa sinfonía natural única que cautivó el corazón de mi princesa.
Hermosa más que ninguna dice la leyenda que “se enamoró del valiente campesino que la salvó de morir a manos de un dragón con forma de serpiente…”
Por eso a toda esta sierra, que imaginas porque no la alcanzas con la vista, le llaman mis amigos de Friol y Guitiríz… “A Cova da Serpe”.
Si asciendes con alguna gente te señalará, allá, a lo lejos, el lugar donde aún hoy se oculta el monstruo; pero no les harás ni caso porque todo cuanto te rodea, te fascina.
Y sentirás, antes que otra cosa, el placer de ese paisaje que el paisanaje, te dirá, tiene muy visto.

Pero, merecerá la pena descender de la sierra por si el monstruo estuviere despierto.
Así, siguiendo los senderos que nos marcan los ríos, llegaremos tú y yo a lugares tan idílicos como Siete Molinos, en San Xoan de Lagostelle. O el refugio de pescadores del río Parga, en San Alberte.
El Camino Norte de las peregrinaciones a Compostela cruza todo el territorio y las fuentes santas, las que todo lo sanan, nos salen al paso…
En Pardiñas hay una que curaba los males ya en 1955; y en Parga está la Fuente de Valdovín, que calma no solo dolores sino también la sed.

Aunque el placer de los placeres nos lo ofrecerá el agua de Guitiríz, la del centro termal, una villa balnearia rescatada del olvido.
Según cuentan viejas crónicas, su descubridor fue el Dr. José Lázaro, cirujano médico del Hospital de Santiago. Él fue el primero en recomendar las aguas de estas fuentes por sus propiedades terapéuticas para el aparato digestivo, en el siglo XVIII.
Por eso, por las aguas que “son buenas para los males de estómago”, allá por el 1850 comenzó su actividad este balneario. Es en esa fecha cuando tiene su primer director médico y cuando “la gente de Guitiríz, de Lugo e incluso de A Coruña”, tomó aquí los primeros “baños”.
En la actualidad, sus modernas instalaciones te proporcionan todos los placeres que buscabas…

¿Ya estás a gusto? Paseemos entonces la calma por el entorno verde que rodea este lugar de agua. Es, por una parte, un frondoso bosque-jardín con especies centenarias y por la otra, un relajante campo de golf, verde pradera para seguir en forma.
La sierra habitada por el monstruo con forma de serpiente. El agua que canta su sinfonía en las fuentes de los ríos. El prolijo tapiz vegetal que nos salía al paso. La expresividad del paisaje. Los cuentos magníficos del paisanaje. La cultura del agua. Los jardines. Las degradaciones cromáticas del atardecer y finalmente una noche cuatro estrellas…
Todo esto lo hemos encontrado en el corto trayecto que va de la piedra básica de lejanos orígenes hasta el lugar humanizado donde la gente como tú y yo alcanza la armonía perfecta…
Es decir, entre la Cova da Serpe y el viejo Balneario de Guitiríz.

Xerardo Rodríguez