RADIO ÚNICA
LA MORRIÑA, EL TÚNEL DEL TIEMPO
Aquellos setenta nos devolvieron a Vigo el eco de América, donde vivía, entonces, un tercio de la población gallega. A unos comenzaba a irles bien en la aventura migratoria pero, a pesar de la nueva familia, de ver como los hijos crecían felices, se contagiaron todos de una enfermedad que aún hoy resulta incurable: la morriña.
Fijaros hasta qué punto la morriña existe que, toda esa mi gente que continúa en la diáspora, sigue aferrándose a los objetos y a los recuerdos con los que, al menos una vez al día, pueden regresar al país… dejando que su imaginación vuele.
Aquí nos ocurre lo contrario: los recuerdos cruzan el océano, nos llevan hasta las grandes ciudades americanas en donde vosotros vivís y nos llenan de saudade porque vuestra presencia es imprescindible en nuestras vidas. Pensamos en vuestra lejanía cada noche de estrellas y sentimos que no estéis a nuestro lado, en esta vuestra tierra merecida.
Cuando el entonces amigo Xil Ríos sacó de su pecho este sentimiento y cantó nuestra rabia al mundo, me dije a mi mismo que A Nosa Nai os haría volver a todos, uno a uno… Pero me equivoqué, porque mi juventud… no me permitió comprender que una mujer, un hombre… podía tener vida en dos patrias.
De todos modos, aquel grito musical nos desgarró el alma y cuando viajamos con esta música al pasado pensamos en que aún hay historias vividas en el siglo XX que ninguno de vosotros se merece.
Y os abrimos la puerta de par en par por si algún día os llega la hora del regreso…