UNOS POR OTROS Y LA CASA SIN BARRER

Menos mal que la lluvia es arte.

Se lo dicen las encuestas oficiales y se lo dicen los periódicos, que son el eco de los recados que manda el ciudadano: la mayoría de los españoles desea que los dos grandes partidos estatales se pongan de acuerdo y sellen un pacto  para poner coto al grave desorden económico y social en él que está sumida España.

Parece un mensaje político pero es la conclusión de mil y una consultas de fin de año, que para muchos debiera ser fin de ciclo, a la vista de las amenazas con las que entró el 2011 en nuestras vidas; sobre todo por esa espada de Damocles sobre nuestras cabezas que supone el histórico record del paro, un ciento de miles por encima de los cuatro millones.

Los gurús del periodismo político –a los que he leído con mucha calma esta semana para que me inspiraran un artículo optimista- hablan de un drama del que culpan a los principales dirigentes, por acción u omisión.

Ciertamente es un drama en el que los actores principales parecen no conocer el guión; por eso a nadie, absolutamente a nadie de esta España en crisis, le gusta esta función.

Unos por otros y la casa sin barrer, dicen por aquí, por Galicia; donde llueve tanto sobre mojado que hasta se inundó Cangas, la bella villa donde antes íbamos a chorar.

Ahora lo que exportamos es talento y no mano de obra y ya me gustaría ofreceros datos de los genios gallegos que trabajan en Silicon Valley, en Bruselas, Berlín, Moscú, Dubai o China. Pero los esconden las estadísticas tal vez por vergüenza…

Y cuando los políticos resultan incapaces solo el talento puede salvarnos….