galiciaunica Un recorrido semanal por Galicia, España.

VA DE TONTOS

Por José A. Perozo

El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, en un alarde de gracejo de clase nos ha llamado tontos a diez millones de familias por hacer caso al Gobierno y pagar menos por la electricidad que si lo hiciéramos según su óptimo sistema de enredos tarifarios. La desfachatez del individuo no tiene perdón, aunque él se considere invulnerable por el poder que le otorgan el cargo, la riqueza y otras conexiones menos conocidas.

¿Por qué un personaje de esta calaña se permite abofetearnos impunemente? ¿Por qué, estando investigado por un puñado de asuntos económicos turbios, permanece en la presidencia de Iberdrola? No existe una única respuesta, aunque la más clarificadora deberemos encontrarla en la causa de habitar en un país de tontos. Esto es, debemos darle crédito porque a lo peor la mayoría de lerdos no hemos podido estudiar en la Universidad de Comillas ni, por tanto, alcanzar la jesuítica cultura de la eterna comunión del amiguismo, de la que él se muestra paladín.

Quizás para comprender su desfachatez y las risas de los conciliábulos debamos profundizar en sus conexiones con el Fondo Económico Mundial, conocido como Foro de Davos, donde sólo el caché permite estar presente y la presencia hace subir el caché. Una mirada a la filosofía del FEM nos posibilita comprender el sustento de la soberbia de quienes sueñan con un mundo global gobernado por un entramado de sociedades multinacionales con Gobiernos y sociedades civiles, al margen de las estructuras democráticas clásicas. ¿Perciben el olor de estos conceptos? Pues el señor Galán debe llevarlos en el pensamiento a juzgar por el desprecio manifestado hacia quienes no comulgamos con sus tarifas.

Y sigo preguntando. ¿Estos magnates de las eléctricas no serán de la misma cuerda que los famosos comisionistas de Madrid? ¿Si están llenando las sacas con sobrecostes, no debería actuar la fiscalía de oficio? Nos cobran el tocino a precio de jamón, nos condenan a vivir a media luz, nos cantan tangos de arrabal… y hay que ser benévolos con ellos “por su falta de empatía”, según Nadia Calviño. Esto va de tontos, no hay dudas.

JOSE A.PEROZO