galiciaunica Un recorrido semanal por Galicia, España.

SOUTOMAIOR: LA TIERRA Y EL MAR

     Los senderos de la mediamontaña son el balcón perfecto de la ría de Vigo, donde mueren los ríos nacidos en el Suido, la sierra majestuosa que pone límites a las provincias de Pontevedra y Ourense.
     En la sierra nacen el Verdugo y el Oitavén, los ríos que remueven el paisaje para, tras rápido descenso, dibujar el valle del Viso, que tiene el alma verde.
     En el trayecto, Oitavén y Verdugo anchean para reflejar la belleza que late en el corazón vegetal del bosque de ribeira. Hermosos puentes nos permiten disfrutar de la geometría de los árboles nadando sobre cristalinas aguas.
     Más allá, en la bella proximidad, la piedra de la fortaleza cuenta la historia que, en Soutomaior, es mitad leyenda.
     Y cuando, desde el Penedo de As Campás, descubrimos la luz de un mar de invierno, nos sorprenden las múltiples variaciones del paisaje de la ensenada donde se inicia la gran bahía de Vigo.

RIA DE VIGO DESDE O PENEDO DAS CAMPÁS

        Os llevaré de la montaña al mar, porque el territorio municipal  de Soutomaior se extiende entre la sierra del Suido y la Ría de Vigo.

        El Suido, por esta parte, nos ofrece un paisaje de altiplanos que llegan hasta los mil metros. Desciende hasta Soutomaior por la vertiente del río Verdugo, zona en la que conserva carballeiras y soutos de gran valor.

        Una excursión a pié o a caballo nos permitirá distinguir las cumbres de la sierra, algunas todo un símbolo, como el Faro de Avión y otros puntos de interés como el Foxo do Lobo.

       Desde el Penedo de as Campás, el punto más alto del municipio de Soutomaior, se distingue ya el horizonte atlántico.

PONTE MEDIEVAL DE COMBOA

        Para alcanzar la ría y la capitalidad del ayuntamiento, Arcade, seguimos, curiosos, el curso del río Oitavén y sus puentes; como el colgante –construido para facilitar el paso de los pescadores- o el de Comboa, donde une fuerzas con el río Verdugo que viene de Pontecaldelas, para juntos morir en el Mar de Vigo.

        A él se entregan un poco más allá de Pontesampaio, puente famoso por la batalla en la que el capitán Morillo y sus soldados derrotaron al ejército de Napoleón que mandaba el general Ney.

         La Ponte de Sampaio es también Camino a Compostela, ya que por aquí pasa la traza del itinerario portugués.

PONTE SAMPAIO

         Arcade es villa famosa por ser parada y fonda en la antigua carretera de Pontevedra a Vigo, lo que originó la apertura de numerosos y buenos restaurantes,  y porque fue aquí donde se creó la más importante fábrica de cerámica de la provincia, la desgraciadamente cerrada Pontesa.

         Si sentimos interés por la arquitectura religiosa descubriremos otros lugares del municipio con especial encanto: la Iglesia de San Salvador de Soutomaior es barroca y la de Santiago de Arcade románica.  Y para admirar el paisaje, subete hasta la capilla de Nosa Señora das Neves o de la Virxe da Peneda, con cruceiro y  una de las mejores vistas panorámicas de la Ría de Vigo y del río Verdugo.

        Claro que lo más atractivo e históricamente más importante de este ayuntamiento son el castillo y la figura de Pedro Madruga.

EL CASTILLO DE PEDRO MADRUGA

      Pedro Alvarez de Soutomaior o Pedro Madruga fue caballero que sirvió a dos reyes, ya que era conde de Camiña y de Soutomaior. Su historia y su leyenda están llenas de crueles batallas y no pocos misterios. Fue, sin duda, el más popular de los habitantes de esta fortaleza.

      A través de su espíritu, que dicen vaga por los bellos jardines del castillo, viajamos a los orígenes de esta gran casa ducal que debió su esplendor al propio Pedro Madruga y debe su actual conservación para la cultura a la Diputación de Pontevedra.

       Este entorno es admirable. Sus jardines románticos son magníficos en su concepción con fuentes  y un estanque que imita el contorno de la Ría de Vigo, Hay en ellos especies tropicales de rara implantación en lugares como este.

       El Castillo de Soutomaior es uno de los mejor conservados y más conocidos de Galicia. Su construcción data del siglo XII y en la actualidad conserva su prestancia medieval, a pesar de las reformas y de los daños causados durante la revolución de los Irmandiños.

       La Torre del Homenaje –de varias plantas- y estructura rectangular, y el palacio adosado a ella, componen lo más interesante de este complejo fortificado.

       Las saeteras de sus muros son más bien decorativas y es muy bello el puente levadizo que comunica el edificio con sus espléndidos jardínes.

OSTRAS AFRODISÍACAS

        Decía Alvaro Cunqueiro que una buena mariscada siempre empieza con unas buenas ostras y aquí, en Arcade, no tienen perla, pero son las verdaderas estrellas de la gastronomía y motivo por el que cientos de gallegos llenan a tope una docena de buenos restaurantes.

        Además, la hostelería gallega tuvo aquí una gran escuela con la emigración. Soutomaior dio al mundo más de tres cientos de camareros y por lo menos cien buenos cocineros, según cuentan los más viejos. Algunos llegaron a ser cheffs de tal excelencia que incluso fueron jefes de cocina de hoteles como el Ritz madrileño.

        Comer ostras en Arcade es todo un placer del que nadie se debe privar. Sobre todo allá por abril, cuando celebra su fiesta grande en honor de este marisco.

       Aunque cualquier día del año es bueno para hacer aquí un alto en el camino y tomarse una docenita.

       Porque según decía mi inolvidable amigo, gallego y uruguayo, Fernando Pereira, el mejor alcalde que tuvo este municipio…

       —- As ostras de Arcade sonche afrodisíacas…

       Y a mí, alguna vez, me dieron resultado.