galiciaunica Un recorrido semanal por Galicia, España.

DELIO FERNÁNDEZ, CICLISTA

PEDALEANDO POR EL DESIERTO

Anuncian nieves a mil metros para este fin de semana y seguro que en Moaña llueve otra vez, aunque la acacia comienza a enseñarnos sus primeras flores y la noche llega más allá de las siete.

En estos días es cuando más me acuerdo del Sáhara y de sus calores, pero sobre todo de aquellas marchas legionarias, a pie, que yo cubría desde un Land Rover contemplando a los novios de la muerte chorreando sudores.

Me imagino lo que será para un ciclista hacer un trayecto semejante, entre la arena, con casco y sin la siroquera, compitiendo para llegar el primero a la meta.

Es lo que está haciendo desde el miércoles y hasta mañana sábado el ciclista gallego Delio Fernández Cruz, a punto de cumplir los 32. Es moañés y en su web, el año pasado, nos invitaba a recorrer con él la península del Morrazo para que conociéramos los hermosos lugares por donde entrena, que son infinitamente más bellos que los que recorre el “Sharjah Tour” por los Emiratos Árabes, en el que participa con su equipo, el  Delko Marseille Provence KTM.

Hoy es el día clave, por lo visto, ya que el recorrido encadena varios puertos de montaña, pero a estas horas en las que escribo aún no sé cómo le va a nuestro paisano.

El año pasado participó en una competición similar en Omán, una carrera que terminó derretido y sin suerte, pero este año es menos competitivo porque no participan los equipos del World Tour.

Lo que Delio cuenta es que estas carreras son estupendas como entrenamiento para un ciclista que dentro de nada se enfrenta a la Vuelta a Andalucía y que en su calendario figuran pruebas tan exigentes como la París-Niza.

Días atrás, cuando le hablabas de calor te contestaba que tampoco es para tanto, que están cerca de Dubai, en pleno invierno… entre los 28 y los 35 grados. Bueno. Ya ves, como para subir un puerto.

A Delio seguro que le gustaría mucho más un “Morrazo Tour” pero ahí está, pedaleando entre la arena por culpa de los petrodólares. Desde luego, se le nota con bastante menos bajón que aquel que tuvo cuando pasó de profesional a amateur, por culpa de la desaparición del único equipo gallego de ciclismo, el Xacobeo.