LOS OFICIOS

En la actualidad, obras como esta también se deben a los canteros gallegos.

Hay más de cien oficios propios de la provincia de Ourense, interior verde de la Galicia más desconocida y hermosa; y todos con raíces profundas en la tierra que pisamos.

Algunos oficios son la memoria histórica de aquel ayer no tan lejano y otros, aún hoy, suponen la recreación artística y etnográfica de aquellos singulares esfuerzos:

Panaderos de Cea, guarnicioneros de Maceda, ceramistas de Niñodaguia, tejedoras de Vilariño, alabarderos de Montederramo, afiladores de Nogueira…

Campaneros, seitureiras,…

Los oficios ourensanos protagonizan los mitos que pueblan el paisaje de interior, y responden a la identidad de artistas que se asocian a la geografía de cada lugar.

Es un rico mundo de esfuerzos poco compartidos, nacidos de las posibilidades de la Tierra y desde la propia creatividad del hombre.

Canteiros, cereiros, ferreiros, cesteiros, capadores…

En definitiva, cultura, tradición… Relaciones sociales de taller o viejo molino…  Cómplices convivencias no siempre lícitas…

Pero hay también viejos oficios que supusieron imaginativos complementos para precarias economías, sobre todo en las altas tierras de montaña.

En Campobecerros o en Portocamba. En Fontefría o Veiga de Nostre…

En las zonas más altas de Castrelo do Val había no hace mucho cantidad de torgos o turgueiras. Y era con  las raíces de este arbusto con las que se hacía el carbón, indispensable combustible de tiempos pasados, para uso propio o industrial…

Tanta turgueira dio origen al oficio de carboeiro, personaje mítico, consustancial con el paisaje de los montes do Invernadoiro.

El carboeiro fabricaba el carbón con las raíces del torgo, que ardían en un brasero hecho en el suelo del propio monte. Para conseguir el mejor carbón, había que tapar el brasero con tierra para que se apagase la brasa por sí misma…

Una vez logrado el carbón lo metía el carboeiro en sacos y lo llevaba hasta las villas y pueblos próximos a lomos de burro o de mula.

Dicen que los ferreiros –oficio de gran renombre en Monterrei-   eran sus mejores clientes…

Os cuento todo esto porque me dicen que algunos oficios se mueren porque ya no interesan las tradiciones…

¿No crees que es sano mirar al pasado y  comerte un solo gramo de romanticismo entre tus alimentos?

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