galiciaunica Un recorrido semanal por Galicia, España.

NUESTRA GENTE DE MONTEVIDEO

ENTRADA

MEDIO SIGLO DE CULTURA EN URUGUAY

Por J. Javier GARCÍA PENA desde MONTEVIDEO

No hace aún tres horas que llegué del  Polideportivo que luce, en pleno Carrasco, el Centro Gallego de Montevideo.  Él  tiene como timbre de orgullo (y así lo pregona un monumental cartel, orlado con la Cruz de Santiago, apenas traspasamos su portón principal) el ser el primero de estos Centros en el mundo.

Los muros del enorme salón de actos vibraron con los mezclados  sones de Oliñas veñen…, los himnos uruguayo, español, gallego y las cantarolas improvisadas, y por ello más auténticas, del universo sonoro gallego.

El día, meteorológicamente hablando, no pudo ser mejor, dada la altura del año, próximos a la entrada del invierno. El sol,”poncho de los pobres”, se filtraba por  los altos ventanales del edificio, de tal suerte que no hizo falta iluminación ni calefacción artificial en toda la jornada.

EMBAJADOR

La convocatoria a festejar los cincuenta años del Patronato nos encontró reunidos a muchos de aquellos que, aún lejos en el tiempo y la distancia, no olvidamos las amadas raíces que nos ligan a la tierra que nos viera nacer.  Esas raíces, arrancadas de cuajo por “el invierno de la emigración”, supieron, sin embargo, rebrotar, como un milagro de resurrección, al reparo de la amorosa primavera uruguaya. Nos quiso acompañar el señor  Embajador Español en funciones, primer  gallego en ese cargo en estas tierras, Roberto Varela Fariña. Sus palabras, expresadas en gallego, ajenas al frío protocolo, sonaron fraternas en nuestros oídos y corazones. Los sinceros aplausos de los congregados debieron sonarle a abrazos.

Apenas intercambié cuatro frases con él. Fueron  suficientes para sentirlo de mi propia sangre gallega.  En el matiz  de su voz percibí, de nuevo, el aletear de las gaviotas en nuestras rías.

AMIGOS

Oportuna fue la fecha para galardonar con la Vieira de Oro al Dr. Carlos Zubillaga Barrera, de dilatada y muy meritoria trayectoria en pro de nuestra colectividad, autor de numerosas publicaciones científicas e históricas y Miembro de Honra de la Real Academia Gallega.

La entrega de la dorada Vieira,  así como la presentación y lectura  de los distintos mensajes de organismos , personalidades y Centros que se adhirieron al infrecuente festejo estuvieron a cargo de la doctora Ana Lorenzo, Presidente del propio Patronato  y co-conductora del programa hablado en gallego más longevo de mundo: Sempre en Galicia, cuyo director general,  Antonio García de Seárez, “Toni”, movía su inquieta humanidad por todo el salón festivo, saludando y siendo retribuido con creces por los “fieles” de su parroquia radial dominguera, que ven en su simpática persona la encarnación de los más acendrados valores galaicos.

VOZ

Después del Xantar vino el plato fuerte y broche de la reunión. Se diría que los cielos de Galicia se hubiesen abierto y descendiera de ellos la angelical voz que mejor la  representa en tierras americanas

De la garganta de Cristina Fernández, “la Voz de Rosalía”, manaban, como de un surtidor sonoro y profundo, los frescos y picarescos alaláes, los ancestrales “aturuxos”, las lejanas pero jamás olvidadas canciones maternas, o la firme rebeldía del segundo himno gallego: En pé.

 ¿Hará falta decir que cada interpretación de Cristina y Washington Carrasco hacía enrojecer las manos de los presentes en arrebatados y merecidos aplausos? Era el agradecimiento a estos dos magníficos intérpretes, generosos y solidarios con toda obra gallega.

 Los cuatro abuelos lucenses de Cristina, dende aló la escuchan embelesados y cuidan, afinándolas, as cordas vocais da súa pequeniña.   

CRUCEIRO

Cuando un puñado de gallegos recios, tercos  e ilustrados crearon el Patronato, en 1964, aún eran tiempos de intolerancia en España, muy especialmente para quienes anhelaban cumplir los sueños de Daniel Castelao, “bó e xeneroso”.

Desde Uruguay, entonces, desde esta institución sin fines de lucro, de padres gallegos  y cuna  montevideana,  salieron aquellos libros que era imposible editar y pecado leer en aquella agria España gris No-Do.

Los que pretendieron silenciar la voz de nuestra tierra, dentro y fuera de fronteras, jamás sospecharían que el Patronato durara tanto, a un tiempo trinchera y baluarte Cultural.Una vez más se hizo cierto aquello de que solo los hombres mueren.

No así las ideas. Hoy O Patronato ya no edita libros “prohibidos” por tirano alguno. Ya no hay tirano.

Pero, fiel a su vocación cultural, sigue siendo el faro y voz  que, sobrevolando los años y la  efímera potestad de repudiados mandones, nos convoca e indica a los gallegos da outra banda el camino a casa, por si acaso…

Porque tamén os da diáspora, sabédelo, tivemos casa, nosa casa, en Galicia.