galiciaunica Un recorrido semanal por Galicia, España.

ORTIGUEIRA, PAISAJE DE RÍA Y MAR.

Esta vez quiero que me acompañes hasta un lugar donde los niños nacían con una maleta bajo el brazo y años después la utilizaban para emprender un periplo migratorio a Cuba o Argentina. Los primeros viajes fueron de ida y vuelta y para probarlo están en pié, aún, las  casas que llamamos “indianas” por su arquitectura diferente. Es probable que si tú revuelves bien los papeles del abuelo gallego… alguno de ellos te contará que era de Ortigueira, un lugar idílico donde el paisaje se extiende entre una ría y dos mares.

1 RÍA +

Ortigueira siempre te asombrará. Por las marismas y su valor ecológico y por lo cambiante de la luz que ilumina cada perspectiva al abrir la ventana y contemplar cómo se funden el océano y el mar, el Atlántico y el Cantábrico.

El horizonte marinero nos recuerda que este es el primer territorio galaico que pisaron los celtas y tal vez por ello suene la gaita con fuerza cada verano. Porque la estación del sol es aquí de playa y fiesta para compartir con el mar que esculpe estatuas de salitre en Loiba, un lugar mágico en donde la blanca espuma marinera contrasta con los ocres de la arena, en el lugar donde siempre ondea una bandera azul.

2 ORTIGUEIRA VILLA + copia

Ortigueira es el bello norte más norte de Galicia y también de la península Ibérica… Una villa que contempla a la vez la inmensidad oceánica y el perfil de los barcos de arboladura marinera, esos que la vieja estirpe hace que naveguen bajo la bóveda celeste, hasta el lugar fulgurante que señala con su luz el viejo Faro de Bares. Es consustancial con este mar del norte que envía sus olas a sus playas desde el horizonte azul en el que pierde el espíritu. Y también ramificada ría de agua de juncos para aprender a navegar y llegar con experiencia al paisaje espléndido donde confluyen los dos mares.

3 RIA INICIO +

El estuario magnífico, formado también por los caños y canales del rio Mera, tiene doce kilómetros de largo. Esta es la mayor de las Rías Altas. Al  fondo y casi frente a la isla de San Vicente, está Santa Marta, Santa Marta de Ortigueira, la capital.

O Ponto es su barrio más antiguo. Desde el monte  Chan da Torre, con su molino de viento, se domina toda la villa. El crecimiento urbano respetó la calle Real con sus casas de balcones forjados y  galerías blancas. Aun se pueden admirar algunas fachadas modernistas. La villa lo tenía todo: dos cines, un teatro, dos boticas… El  antiguo Cinema Foxo, el teatro de Beneficiencia o la casa Castiñeiras dan testimonio de aquel pasado culto y modernista.

Aunque para conocer su pasado y descubrir sus valores naturales hay que visitar el Museo Ortigalia porque en él encontramos el dolmen más antiguo de Galicia.

4 ORTIGUEIRA SÍMBOLOS

Es uno de los municipios más activos de la costa cantábrica: las aldeas del interior viven de la agricultura y la ganadería; las parroquias costeras de la pesca y el turismo. Pero tengo algo curioso que contarte…

En Couzadoiro está una de las canteras más grandes de Galicia. Uno de sus propietarios es un antiguo alcalde del PP que se hizo famoso por sacar un fajo de billetes en una discoteca de Ibiza y enseñárselos a Pocholo, el de la familia Franco, diciéndole socarronamente…

—– ¡Será por dinero!

Aquella escena “fue televisada”. El alcalde en cuestión era Antonio Campo que salvó el puesto pidiendo disculpas públicas,  aunque otros dicen que lo que lo salvó fue la cantera…

Resulta que, casualidad de casualidades, la Ciudad de la Cultura de Galicia está hecha en una gran parte con piedra y pizarra procedentes de esa cantera. Dicen por Ortigueira que el desmesurado proyecto de Eissman agotó el yacimiento…

5 ORTIGUEIRA PLAYAS +

Contada esta historia te sugiero que en vez de ver la cantera te pongas en contacto con Roteiros para que te organicen una excursión en canoa, una caminata por lugares idílicos o incluso alguna ruta arqueológica.

Personalmente me maravilla la costa entre la capital y la Estaca. Es tan virgen que la ruta solo está humanizada por aldeas auténticas. Desde Ladrido hasta Mazorgán conocerás lugares como Céltigos, Moreiras, Espasante…

Desde la playa del Sarridal, solitaria, casi salvaje incluso en verano, parten todas las excursiones de la zona. Hay dos que no te puedes perder: Loiba y Bares.

6 LOIBA PLAYA7 LOIBA ACANTILADOS

Al otro lado del lugar donde los dos mares se unen, se encuentra el paisaje infinito del horizonte cantábrico que se alcanza desde la playa, a donde llegan los jóvenes jugando con las olas. Cantan los vientos empujando el mar hacia el acantilado mágico y hacia la arena amarilla, donde confluyen la esplendorosa hermosura de una marina y un torbellino de colores que invade el agua y deja al descubierto los secretos del mar. Todo esto lo hallarás en un paraíso de roca y arena llamado Loiba.

Entre la gran roca y la arena de la playa se abrazan la magia y la energía. O Picón está colgado de los acantilados. Sus playas son salvajes abiertas al oleaje, repletas de rocas erosionadas y arrecifes. La erosión provocada por el viento y el mar dio lugar a la Pedra Furada, una enorme roca con forma de doble arco que llama especialmente la atención. Y hay un banco para ver todo esto que dicen es el que tiene mejor panorámica de entre todos los bancos del mundo. Abarca todo esto que cuento, la ría y el horizonte enmarcado entre el Cabo Ortegal y la Estaca de Bares.

8 ESTACA DE BARES +9 BARES PUEBLO +

La Estaca impresiona. Desde el aire y desde el mar. Incluso a los capitanes de los recios navíos a los que guía el viejo faro de Bares.  En algún punto de este lugar marinero se halla la imaginaria línea que separa el Atlántico del Cantábrico.

Desde el Faro, la inmensidad es conmovedora y misteriosa. Las rocas de los acantilados parecen gigantes que emergen tras el baño en agua de sal pura, en la playa próxima. Es la misma playa en la que descansa el mar tras el trabajo de esculpir la roca con su  fuerza plena.

Piedra y arena. Pequeños espacios dunares. Balcones naturales. Paseos para respirar yodo y vistas panorámicas…

Los dos mares confluyen pues en el espacio abierto, en este horizonte de azules, que recomponen la esplendidez del paisaje. Desde aquí cada uno sigue su curso. Como los barcos: unos van a oriente y otros a poniente.

Claro que será el Cantábrico el creador del paisaje del éxtasis. Porque al otro lado del Faro, este mar infinito buscará, como las pequeñas gamelas, el refugio de la Ría de O Barqueiro. El fin de nuestra ruta, esta semana.

Lo que te aconsejo es que, en el pequeño puerto que marca el límite, busques el bar donde te ofrecen los que también resultan ser… los mejores percebes del mundo.

10 O BARQUEIRO

ESPIRAL FIRMA + (2)