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Árbol

El bosque era la gran catedral del druida…

El mago del bosque.

Los bosques y los árboles, eran para los celtas algo mas que paisaje y madera. Los consideraban símbolos de vida y en torno a ellos desarrollaron una cultura mágica, en la que los druidas realizaron un horóscopo protector que las otras culturas ligaban a la luna y a los astros.

El bosque era la gran catedral del druida y en él celebraban tanto los ritos y ceremonias, como las fiestas. Cada árbol se consagraba a un dios y cada especie vegetal simbolizaba una virtud.

Los que no creen en nada se divierten con esta teoría, pero los naturalistas que la descubrieron nos recuerdan que, al igual que las personas, los árboles, nacen, crecen y se reproducen. Y también mueren como los humanos.

El horóscopo celta no predice el futuro, solo da explicación a la personalidad de cada uno, al mismo tiempo que permite descubrir el misterio cultural de los sabios, magos y guerreros invasores que veneraban toda población vegetal.

Los druidas diseñaron un calendario sobre la base de veintiuna especies arbóreas. Y al menos nos dejaron una romántica visión de cada una de ellas.

El carballo y el olivo son valientes y sabios, que representan la primavera y el otoño en el calendario celta; mientras, el abedul y el haya, encarnan, por su creatividad, el verano y el invierno.

El manzano es el árbol del amor; el olmo de la nobleza. El ciprés representa la fidelidad. El sauce llorón bebe la melancolía. El avellano conecta con lo extraordinario. El nogal es la pasión y el castaño es la honestidad…

Son algunos de los significados de los 21 árboles respetados por el pueblo celta. A cada uno de ellos asociaban su personalidad.

Es una historia de nuestro pasado que debemos a los naturalistas… El hombre actual, cuando menos, debiera imitar la vieja cultura de nuestras raíces.

Mi bosque mágico rodea a Devesa da Rogueira, en O Courel.