galiciaunica Un recorrido semanal por Galicia, España.

BALNEARIOS DE MONDARIZ

LOS PALACIOS DE INVIERNO

      Hace 32 años que el Gran Hotel de Mondariz –escenario en el que se celebraron los grandes acontecimientos culturales de principios del siglo XX en Galicia– era destruido por un pavoroso incendio. Con él se quemaba en buena medida el esplendor de una de las más importantes villas termales del mundo.

      Recuerdo aquel incendio. Conmocionó a medio mundo y fue portada de los principales rotativos españoles. Hay que tener en cuenta que en él se habían alojado reyes, artistas y los más relevantes políticos, intelectuales y escritores de la primera mitad del siglo pasado.

      Al verano siguiente fui a casa de mi amigo Mesejo y conocí a José Antonio Lorenzo, el alcalde, que aún lo es por el voto mayoritario de sus convecinos…

      —- ¡Qué pena! ¡Hay que ver cómo está Mondariz!

      —- Te digo que resurgirá de sus cenizas como el Ave Fenix

      Y así ocurrió en el año 2005, cuando lo que hoy se conoce como Palacio del Agua vino a  completar uno de los complejos balnearios más modernos de Europa.

      Ahora que es invierno y parece que va de lluvia, como en los viejos tiempos, pienso a menudo en Mondariz y en esos  1800 metros cuadrados de burbujas, cuellos de cisne, cascadas y chorros… destinados a satisfacer a los amantes de las actividades lúdico-termales de su Palacio del Agua. Porque esta es la gran referencia de los balnearios españoles.

      El elemento central es una gran cúpula acristalada sobre la piscina principal, irregular, de unos 300 m² de lámina de agua. Construida en hormigón es como si estuviera “colgada”.  Tienes aquí seis camas de agua, asientos de hidromasaje y burbujas, río de corriente central y distintas zonas de jets verticales y de fondo para recibir masaje a distintas alturas. Una gran cortina de agua de seis metros cae desde la planta superior al interior de la piscina.

      La instalación se completa con tres saunas, una sauna celta -con suelo, paredes y techo abovedado en piedra- dos baños de vapor, una terma celta, una fuente de hielo, un pediluvio en forma de caracol, dos jacuzzis y una piscina infantil.

     Mientras te lo cuento ya me imagino este fin de semana en bañador contemplando como cae la lluvia detrás de los cristales.

     Claro que en Mondariz, cada complejo es un palacio de agua. El termalismo le ha devuelto el esplendor a la villa no con un balneario sino con varios. Instalaciones todas que destacan tanto por las propiedades de sus aguas como por el concepto arquitectónico. 

      El primero se instaló en el año 1994 en el edificio “A Baranda”, donde antiguamente estaba asentado el Teatro de la Villa.

      Y la segunda instalación termal, está ubicada en un antiguo edificio hasta hace poco inacabado, obra del arquitecto Antonio Palacios: había sido proyectado como Hotel-Sanatorio en los primeros años del siglo XX.

      Así que, en Mondariz tienes donde elegir para pasar a gusto un fin de semana…