EL CRIMEN DE CACHEIRAS

“MATAR A UN RUISEÑOR”

Lo más bello que leí de Asunta Basterra Porto esta semana no se refería a la dulce niña asesinada en Cacheiras, sino a un pájaro de cine:

«Los ruiseñores no se dedican a otra cosa que cantar para alegrarnos, no hacen otra cosa que derramar el corazón. Por eso es pecado matar a un ruiseñor«. (Atticus Finch a sus hijos, en el libro de Nelle Harper Lee).

Toda España se siente especialmente conmovida con este horroroso crimen, diez días después de que apareciese el cadáver de esta niña, nacida en China pero crecida entre nosotros, en Galicia, donde siempre destacó por su liderazgo estudiantil y su participación en las actividades propias de sus doce años.

Pasará el tiempo. Los niños de tercero del Instituto Rosalía de Castro de Santiago terminarán sus carreras. Se harán mayores como yo ahora. Pero… ¡Jamás se olvidarán de Asunta, su compañera! ¡Ni tampoco del día en que depositaron estas flores, al pié de una pista forestal del ayuntamiento de Teo, por donde vuelan los pájaros cantores!

LOS HECHOS

           A Asunta Fong Yang Basterra Porto le arrebataron la vida el sábado, 22 de septiembre… de la forma más trágica… según cuenta la narración de la Policía Judicial de la Guardia Civil, a quien corresponde esta investigación.

           La llevaron a la casa de sus abuelos, posiblemente drogada con algún medicamento, y allí la asfixiaron. La ataron con una cuerda color naranja de esas de hacer paquetes y luego la depositaron al pié de una pista forestal concurrida por senderistas y vecinos de Cacheiras y Montouto.

           La encontraron unos jóvenes y un señor de la zona que ha sido protagonista en todas las televisiones. Ese hombre aseguró que…

           —- El cuerpo cambió de postura mientras fuimos por ayuda. La primera vez tenía un brazo encima del pecho, después estaba estirado.

LOS IMPUTADOS

Acababan de incinerar el cadáver de la pequeña Asunta cuando irrumpieron en el Tanatorio varios coches de la Policía Judicial de la Guardia Civil. La portavoz de la familia, la periodista Tareixa Navaza,  atendía a los medios informativos manifestando el dolor de sus padres.

           En ese mismo momento, la Guardia Civil le puso las esposas a Rosario Porto Ortega, la madre de Asunta y se la llevó detenida a la Comandancia de A Coruña… ante el asombro de los numerosos amigos de la familia que asistían al acto fúnebre. La acusaron… allí mismo… del homicidio de su hija.

           Posteriormente interrogaron al padre de Asunta, el periodista Alfonso Basterra, al que dejaron en libertad con cargos.

A DISPOSICIÓN JUDICIAL

     De la Instrucción se hace cargo el prestigioso jurista José Antonio Vázquez Taín y tras exhaustivos registros en los domicilios materno y paterno y en la casa de Cacheiras, decide interrogar a los padres de Asunta a las 72 horas de permanencia en las instalaciones coruñesas de la Guardia Civil.

       Charo Porto es captada por las cámaras declarando en las dependencias judiciales, pero nada trascendió hasta ahora de lo que le contó al juez, salvo que se declaró inocente.

       Tras su mujer, declara Alfonso Basterra… y también dice que es inocente.

       Vázquez Taín, a petición de la Fiscalía, decreta el ingreso en la prisión de Teixeiro de ambos cónyuges que, aunque estaban divorciados, llevaban una vida normal de pareja “para favorecer la educación de su hija Asunta”.

       Lo único que trasciende del interrogatorio del juez Taín es que a ambos se les imputa un delito de homicidio y posible asesinato a la espera de los resultados de toxicología.

       En el auto del magistrado Vázquez Taín se resalta la importancia de estos análisis en la calificación del delito, en aras de comprobar si llevaban tiempo suministrando pastillas a la niña, lo que implicaría premeditación y, en consecuencia, un delito de asesinato.

EN LA CÁRCEL DE TEIXEIRO

        El Centro Penitenciario de Teixeiro, por ahora la residencia de Teresa Porto y Alfonso Basterra, está a 70 kilómetros de Santiago de Compostela. Recuerdo que cuando se estaba construyendo, cada vez que pasaba por la vieja carretera de A Mariña, me preguntaba yo siempre de que fábrica se trataría, dada la cantidad de terrenos que ocupaba la obra.

        Los presos que estuvieron entre sus paredes te cuentan que allí hay gente de todo tipo, hasta de ETA; y presumen incluso de haber formado una orquesta para alegrarles la vida a los demás.

        Pero las primeras horas, en este caso ya días, los funcionarios toman todo tipo de precauciones para evitar posibles suicidios… No les dejan encima ningún objeto y  tras ser entrevistados por un educador y un asistente social, les ponen a un “preso sombra” para que informe a la dirección de su estado.

        Las celdas son todas iguales. Tienen un tamaño de diez metros cuadrados y cuentan con dos literas de unos ochenta centímetros de ancho. Además, tienen un wáter de acero sin tapa, un lavabo también de acero y una lámina que hace la vez de espejo, que está separado de la estancia por un tabique, que no tiene puerta.

        Enfrente a la cama hay unas estanterías de cemento para guardar la ropa, y al lado hay una especie de escritorio, que los internos llaman piano. También tienen un tablero de corcho para poner sus fotos.

LOS ABOGADOS

       Tras el interrogatorio del Juez Taín, Rosario Porto y Alfonso Basterra cambiaron de abogados. Ahora se hacen cargo de su caso dos penalistas de prestigio, José Luís Gutiérrez Aranguren, que defiende a la madre de Asunta y Belén Hospido, que se hizo cargo de la defensa del padre.

       El más explícito en sus declaraciones, tras entrevistarse con su clienta en el Centro Penitenciario de Teixeiro, fue Gutiérrez Aranguren. Dijo, entre otras cosas:

       —- El auto de prisión dictado por el juez Vázquez Taín es nulo de pleno derecho, por eso solicitamos la inmediata puesta en libertad de nuestra clienta.

       Además, el abogado de Charo Porto aseguró que “es inocente y se encuentra en una situación de indefensión absoluta. El secreto de sumario no justifica su encarcelamiento.

        —-  Es más. Yo creo firmemente que se deben abrir otras líneas de investigación, como el “supuesto tercer hombre”, que defiende la madre de la niña.

        A estas alturas tanto Gutiérrez Aranguren como Hospido esperan la decisión de la Audiencia Provincial de A Coruña sobre los recursos de apelación presentados por ambos letrados, en los que se pide la excarcelación de sus clientes.

CONSTERNACIÓN SOCIAL

      Compostela está especialmente triste. Cae lluvia fuerte, de esa que entra de lado, por el sur, acompañada de viento para batir con fuerza las ventanas y dictarnos la gran lección de la vida: no siempre sale el sol por donde queremos.

       El horrendo crimen de Asunta es motivo de conversación constante en los lugares públicos y las interrogantes brotan sembrando grandes dudas sobre el caso…

       No hace muchos días se les veía a los tres juntos. Charo… Asunta… Alfonso… Paseaban por las calles de Santiago, felices, relajados…

       La gente que les conoce dice que siempre llevaban a la pequeña al teatro, a los conciertos del Auditorio y a otros actos sociales y culturales…

       ¿Es posible que en el seno de una familia tan feliz ocurra algo tan horrible?

       Nadie en Santiago tiene el porqué de estos hechos que me gustaría no hubieran sucedido nunca…

        Las voces populares mas indignadas dictan sentencias condenatorias, mientras los ciudadanos más incrédulos siguen preguntándose si la Guardia Civil tendrá pruebas suficientes para mantener en prisión a los padres adoptivos de Asunta, una vez que se descarta el móvil económico, que en un principio ponen sobre la mesa los investigadores.

       La confusión reina en los medios, sobre todo cuando aparecen en pantalla esos programas televisivos, en los que se opina alegremente, sin conocimiento ni información, de un caso tan terrible.

       Estoy de acuerdo con Samuel Juárez,  el delegado del Gobierno central, cuando afirma:

       —-  Hemos de tener mucha prudencia, porque el rigor no se lleva bien con la prisa.

       En el asesinato de Asunta Basterra Porto aún hay luces y sombras, como en los bellos atardeceres de esta Tierra de la que disfrutó solo doce años de vida.

AL CIERRE

        El Juez Vázquez Taín ya tiene en sus manos las pruebas consideradas concluyentes por la Guardia Civil. Son, según fuentes judiciales, la cuerda con la que fue atada Asunta, los teléfonos móviles y los esperados informes de toxicología. Al parecer, en el cuerpo de la pequeña Asunta se apreciaron altas dosis de Orfidal.

        A mayores, la Guardia Civil presentó al juez instructor evidencias que hasta ahora mantuvo en secreto.  Podrían ser los análisis de las huellas de zapatos y ruedas encontradas en el mismo lugar donde apareció el cadáver de la niña asesinada.