galiciaunica Un recorrido semanal por Galicia, España.

LOS DIOSES DEL MAL

Por J. J. García Pena

¿Cómo no sentir pena y desencanto al comprobar que gastaste tu única vida en un planeta cuyo “mayor exponente evolutivo” aún no se emancipó de su condición de bestia carnicera y, para mayor desdicha, formas parte de ese “elevado” exponente evolutivo?

¡Bienaventurado será quién nazca dentro de varios siglos, o, al menos, cuando la nunca vista Educación Universal haya desterrado a las religiones que, aún hoy, milenios después de instaladas, usan y azuzan humanos contra humanos, altamiranos contra ataporqueños!

Seguimos siendo tan oprobiosamente primitivos que nos dejamos llevar de la nariz por líderes sinvergüenzas que tienen el tupé de llamarnos, ¡y en nuestra cara!, corderos y se autodefinen, (con toda razón, por cierto) como pastores

Tan turros somos, que ni siquiera nos cuestionamos por qué nuestro dios, “Único y Verdadero”, no nos sacude del yugo de nuestros enemigos y se deshace de ellos de una puñetera vez. ¿Será que también el de ellos es “Único y Verdadero” y entonces sus poderes se neutralizan…?

Días llegarán en que los corderos descubran las verdaderas intenciones de los pastores y huyan de ellos como de la peste que son.

En Medio Desoriente, dos hordas de fanáticos religiosos armados masacran inocentes al mejor estilo cavernario sin importarles un bledo el No matarás.

A cuál más bestial, sanguinario, vengativo e inicuo.

Bestias rupestres con una mano de barniz que los tiñe de semi pensantes.

No creas que los demás habitantes de este planeta a medio hacer somos mejores que estos criminales. De ninguna manera.

Míranos: balconeamos el horrendo conflicto consumiendo sus capítulos en cómodas entregas diarias.

Lo seguiremos haciendo en tanto la reiteración de imágenes cruentas no nos aburra, u otra tragedia humana concite nuestra adormilada atención, siempre en busca de novedades fuertes y muy fuertes. Ucrania ya no vende. La lava, que destrozó poblados y escurrió hacia el mar, se solidificó. Asunta y el Alvia caminan al olvido total.  

Un planeta dominado por un animal omnívoro y a medio evolucionar hacia la razón, no es recomendable como hogar estable.   

Quizás las “inexplicables” figuras gigantes de Nazca no sean sino colosales avisos a navegantes, íconos de advertencia desesperada, un S.O.S a la inversa: 

— Planeta con trogloditas en plena evolución. ¡No se detenga, siga, siga de largo!