VILARIÑO DE CONSO
EL VALLE GLACIAR
También el agua es aquí la constante vital. Ya su nombre, Vilariño de Conso, nos lo dice claro: “pueblo mínimo de río sito entre rocas”. Y de lejos vemos como el agua es un valor principal en la perspectiva única que alcanza los límites de este territorio…
Aquí podrás admirar el paisaje más natural pintado por los brillos de los ríos, saltos de agua y fervenzas mil, entre las que destaca la del Cenza.
También la superficie irisada de sus cuatro embalses, que configuran un auténtico mar interior. El de Portas está considerado el segundo más grande de Europa. Y la gran laguna glaciar de Galicia, es la de Chaguazoso.
Todos estos paisajes conforman uno de los espacios naturales más bellos del país y limitan con el Parque do Invernadoiro, área natural protegida.
Pero además de las maravillosas rutas ecológicas que podemos seguir, Vilariño de Conso tiene entre sus monumentos numerosas huellas de un pasado esplendoroso, en el que hay referencias a la romanización en Cerveira, antiguo campamento militar y en el pontón de Pradialvar. Asimismo encontrarás numerosos castros a lo largo de sus diez parroquias; y una muestra del románico gallego en la iglesia de Santa María de Sabugido.
Vilariño es municipio habitado por gente con iniciativa, dedicada mayormente a la ganadería y a la agricultura. Las cabras con lana de cachemir suponen todo un éxito. Se comercializan al año 500.000 kilos de castaña. Hay un coto de caza permanente de extraordinario valor cinegético, con especies poco comunes en Galicia, como el faisán, el ciervo, etc.
Y cuando llega el Entroido, de ancestral tradición en estas tierras, se celebra también la Fiesta del Cabrito, que es el elemento esencial de su rica y variada gastronomía.