galiciaunica Un recorrido semanal por Galicia, España.

EL MANUAL DE LA BUENA ESPOSA

Por J.J. García Pena

¿Sabés quién dijo? : 

——  «Todos los días deberíamos dar gracias a Dios por habernos privado a la mayoría de las mujeres del don de la palabra, porque si lo tuviéramos, quién sabe si caeríamos en la vanidad de exhibirlo en las plazas. Las mujeres nunca descubren nada; les falta el talento creador reservado por Dios para inteligencias varoniles. La vida de toda mujer, a pesar de cuanto ella quiera simular -o disimular- no es más que un eterno deseo de encontrar a quien someterse.»    

Sí. Pilar Primo de Rivera, hermana de José Antonio Primo de Rivera, fundador de la Falange española. Un sabio varón.

Y Pilarita se convirtió en  el alma mater de la sección femenina del Movimiento Falangista,  sección que duró de 1934 hasta 1977.  Franco murió en 1975.
No debe extrañarnos. En poco tiempo Francisco Franco, (A) Paquito, el Caudillo, inspirado en tan preclaro correligionario, conminaba y aconsejaba a la mujer española  a vivir en función de su marido. 

 Vale la pena conocer el Manual de la buena esposa. No tiene desperdicio.

Deberíamos tomar ejemplo de aquellos hombres sabios y justos y, recuperando el timón perdido,  torcer, a tiempo,  el rumbo de la nave que nunca debió caer en el nefasto cogobierno actual, presente en muchos países del mundo mundial.

Al alterarse el sagrado principio de la supremacía masculina, hemos puesto en peligro no solo el rumbo de la especie humana, si no  su propia supervivencia.

Ahí va el ejemplar y ejemplarizante ejemplo en once pasos y dos sugerencias,  de cómo debería seguirse tratando  al hombre, cerebro y cabeza pensante de la familia, célula inalterable de nuestra sociedad asociativa de socios asociados.

Si bien la Santa Madre Iglesia se había preocupado, desde siempre y  piadosamente, por la salud del alma con la vacuna de los consabidos Diez Mandamientos, Paquito and asesores creyeron conveniente reforzar el saludable  tratamiento con Once Mandamientos específicos y dos bonus track, para la mujer-esposa quien, por supuesto, ya tenía asumido su papel bíblico de complemento de Adán.

Así fue como al sagrado  mandato, recibido directamente del cielo por Moisés, al no poder ser enmendado su decálogo de hacía dos mil años por ningún mortal, se  le adosó, ingeniosamente una dosis  extra como complemento reforzador,  adecuado al siglo XX.  Es que cuando el asunto del Sinaí aún no se había popularizado eso de tener aspiradoras, lavadoras, teléfonos ni lápices labiales.

Si fuera hoy les aconsejaría a las nobles féminas guardar silencio mientras mira el partido de fútbol o no interrumpirlo si estuviese sumergido en el equipo de realidad virtual.

Pero por ese  entonces, 1953,  era todo más sencillo.

Hacía poco más de trece años que en los campos , mares, cielos y ciudades españolas se habían matado, entre hermanos, más de un millón de personas y nadie decente se cuestionaba por qué dios no había intervenido para evitar la matanza. 

Solo se ocupaban de esas herejías los condenados ateos. Mientras tanto,  los píos defensores de la moral púbica y privada imprimían y distribuían, a todo color,  el  complemento de las Tablas de la Ley.