Estuario

La gran creación de los ríos grandes, medianos y pequeños

El estuario del Miño, en Camposancos (A Guarda).

Los mil ríos buscan los dos mares, primaverales y libres, dibujando el paisaje admirado de interior, que es una postal de plata sobre el agua clara, en la que el sol baila su danza púrpura, para que salten la trucha, el reo y el salmón.

Hierve el río pequeño en la cascada e inicia su rapido discurrir  por la ladera procurando el remanso donde los árboles nadan y los pescadores aguardan el paso inacabado del agua.

Cuando el pequeño río se tranquiliza, ya en el valle frondoso, descubrimos el espejo verde de la tierra; en sus aguas nadan mas peces llegados desde el río grande.

Aquí, otros pescadores combinan su deporte favorito con la belleza que late en el corazón de los árboles de ribeira y los espejos del agua que reflejan la esencia de la vida.

Luego, el río grande se bebe al chico para crear juntos el espacio perfecto e iniciar desde él la ritual búsqueda del mar.

Al final, en el estuario magnífico, prevalecen las lanchas de mas pescadores sobre la estética del agua, que ya se vislumbra la inmensidad de este nuestro océano.