galiciaunica Un recorrido semanal por Galicia, España.

LA REALIDAD SUPERA EN TODO A LA IMAGINACIÓN

FANTASÍA +

Por Jorge Quiroga

Esto lo he tenido presente desde la adolescencia y después de un modo primordial cuando la práctica de la escritura y del periodismo –firmando con nombre y apellido- me lo demostró tal como lo vaticinaban a mi conciencia las voces de mis maestros.

Sin duda, la relación con los acontecimientos vitales es fundamental. De la experiencia del conocimiento de la naturaleza humana se aprende lo esencial, se entiende; y con el paso de las prácticas vitales continúa imponiéndose de manera poderosa el hecho real sobre cualquier disquisición, yendo de las manos en el mismo sentido los sentimientos: estos a su vez son dominados por las emociones (las propias del verdadero sentir y las intrusas, falsas o ilusorias o delirantes o enfermizas).

De esta manera creyente he sentido y me he conducido, cada senda más allá con mayor convencimiento.

Por descontado que me han servido impresiones y sensaciones, y más que más, ya que me fío todavía de lo intuitivo en mucha mejor razón que de la razón misma: ésta solamente para posterior reflexión es acierto -y quizá consuelo- del saber para la futura existencia.

Cuantas veces escribí y rememoré lo escrito afirmando que mis dudas grandes eran cada travesía a continuación más grandes y las pequeñas dudas más y más pequeñas; lo he creído tanto que puesto a creer en estas líneas afirmo que creo en lo que siento cuando lo siento, ni más ni menos.

¿Qué quiero dar a entender con la expresión argumento de vida?:

Lo que las circunstancias determinan en el nacimiento, lo que uno es –y sí es gran verdad que cada uno es uno en cada instante- y el lugar y el tiempo en que llega al mundo, con todos los condicionantes a favor y en contra. En consecuencia, las decisiones libres o forzadas de uno mismo son responsabilidad propia (los demás sólo pueden estar al lado de uno, previa o posteriormente, con una intención, actitud, detalle u otra dependiendo de su percepción, acto de juzgar y sensibilidad)

¿Y con respecto a la interpretación de la existencia de uno y de la de los demás en relación contigo mismo, el guión, en una y otra ocasión distinto, o casi, al exteriorizarlo –que las últimas verdades se las dice uno a sí mismo en silencio de profundidades-?

Fundamentalmente, lo que digo al escribir es que todo varía desde el momento en que sentimos lo que sentimos, que los impulsos del momento o de una etapa de la vida propia no se consideran igual a posteriori y ello va al compás del grado de satisfacción y sentido o de derrota e impotencia, que las suertes o favores inciden e influyen tanto en lo mundano como en lo trascendental, que nadie sabe ni comprende nada en absoluto de cuál se agita su destino, que aprendemos poco y tarde, que nos afecta casi todo y que hablamos interpretando nuestro ánimo, alegrías y daños, lo amigable y la enemistad según y cómo se nos antoja, que somos lo que nos da más miedo y lo que nos hace más valientes: he aquí, pues, la autenticidad de uno para con uno, querer ser o no dejando al margen lo que los demás en su mayoría digan, lo crean o no, a costa de lo que sea, es decir, no negarse la propia identidad, viviendo escalón tras escalón con la mayor y más osada libertad y sencillez, lo que implicaría ausencia de maldad e implacable sentido de la justicia, algo que solamente exige un ser sincero con ninguna otra ambición salvo esta dictada, flexible y amplia e intensa, al precio que sea; aunque la soledad…

ESPIRAL 1